Gazapos y tropezones
Manuel Corrales Pascual
De la Academia de la Lengua
En anterior entrega abordé el uso y la significación del verbo SER, en nuestra lengua, en contraste con la del verbo ESTAR. El verbo SER, en expresiones como la del verso de Machado "soy, en el buen sentido de la palabra, bueno", significa una cualidad permanente, propia, innata en cierto modo, del sujeto al que se aplica tal cualidad.
En cambio, como nos enseña del Diccionario Panhispánico de Dudas (DPD), el verbo ESTAR se usa "cuando la característica que se atribuye al sujeto es considerada por el que habla como el resultado de una acción, transformación o cambio, real o supuesto, o se considera como no permanente, vinculada a una situación espacio-temporal determinada".
Ejemplo, cuando digo "Fulanito estuvo enfermo; pero ya está bueno", quiero decir que ese "estar bueno" es resultado de un proceso de curación: el sujeto puede volver a estar enfermo, etc.
Nos dice también el DPD algo muy importante: "Esta diferencia explica el hecho de que existan adjetivos que solo pueden combinarse con el verbo ser, por ejemplo, los de procedencia, que siempre designan características inherentes".
Ejemplos: "SOY quiteño", "ERES riobambeña", "Aquel hombre ERA cuencano: se le notaba en el acento", etc. No decimos ( ni nos suena bien): "estoy quiteño", "estás riobambeña", etc., etc.
Por el contrario, según la doctrina recopilada por el DPD, "existen adjetivos que solo pueden combinarse con el verbo ESTAR, por designar estados que son siempre el resultado de una acción o proceso".
Y nos proporciona estos ejemplos: "El jarrón está roto" (no decimos, desde luego, "el jarrón es roto" ). "Estoy muy satisfecho" (Nos suena rarísimo "soy muy satisfecho").
Tema este que proporciona no pocas dificultades a los extranjeros no hispanohablantes.
En cambio, como nos enseña del Diccionario Panhispánico de Dudas (DPD), el verbo ESTAR se usa "cuando la característica que se atribuye al sujeto es considerada por el que habla como el resultado de una acción, transformación o cambio, real o supuesto, o se considera como no permanente, vinculada a una situación espacio-temporal determinada".
Ejemplo, cuando digo "Fulanito estuvo enfermo; pero ya está bueno", quiero decir que ese "estar bueno" es resultado de un proceso de curación: el sujeto puede volver a estar enfermo, etc.
Nos dice también el DPD algo muy importante: "Esta diferencia explica el hecho de que existan adjetivos que solo pueden combinarse con el verbo ser, por ejemplo, los de procedencia, que siempre designan características inherentes".
Ejemplos: "SOY quiteño", "ERES riobambeña", "Aquel hombre ERA cuencano: se le notaba en el acento", etc. No decimos ( ni nos suena bien): "estoy quiteño", "estás riobambeña", etc., etc.
Por el contrario, según la doctrina recopilada por el DPD, "existen adjetivos que solo pueden combinarse con el verbo ESTAR, por designar estados que son siempre el resultado de una acción o proceso".
Y nos proporciona estos ejemplos: "El jarrón está roto" (no decimos, desde luego, "el jarrón es roto" ). "Estoy muy satisfecho" (Nos suena rarísimo "soy muy satisfecho").
Tema este que proporciona no pocas dificultades a los extranjeros no hispanohablantes.
Dibujo de: Ginger Nielson, tomada del blog
Texto tomado de: Gazapos y tropezones Diario hoy.com.ec
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