La Esquina del Idioma
Piedad Villavicencio Bellolio
Consulta: ¿Cómo denominar a la persona o habitante nacido en Santo Domingo de los Tsáchilas?, ¿con el gentilicio santodomingueño o santodominguense? (Patricio Velarde Segovia; Quito).
Respuesta: En sí no hay reglas fijas para estructurar los gentilicios; pero se recomienda la fórmula raíz o lexema + sufijo o morfema. Por ejemplo, del nombre Quito más los sufijos o terminaciones -eño y -ense resultan los gentilicios quiteño y quitense.
Aparte de los aspectos del idioma (párrafo anterior), en la construcción de estos nombres también hay que observar las particularidades externas a la lengua o cuestiones históricas que originaron el gentilicio; por ejemplo, fluminenses son los naturales de Babahoyo, capital de la provincia de Los Ríos; también los habitantes de Río de Janeiro, ciudad de Brasil. Fluminense se deriva de la palabra latina flumen que significa ‘río’, palabra que generó el nombre de la provincia, de la ciudad y del gentilicio respectivo.
Los sufijos que más se emplean para la formación de los gentilicios son: -ano: zamorano (de Zamora); -ense: carchense (de Carchi); -iense: parisiense (de París); -ino: montalvino (de Montalvo); -teco: guatemalteco (de Guatemala); -és: cordobés (de Córdoba); -í: iraní (de Irán); -eño: guayaquileño (de Guayaquil); -ero: habanero (de La Habana), sanjuanero (de San Juan); -ejo: popayanejo, cañarejo, biblianejo (de Popayán, Cañar y Biblián). Estas últimas grafías alternan en el uso con el sufijo -ense: cañarense, biblianense.
Es muy normal que para un mismo topónimo (nombre propio de lugar) existan varias denominaciones formadas por sufijos diferentes, este es el caso del gentilicio de la provincia de Santo Domingo de los Tsáchilas y de otras ciudades o países como Brasil, cuyos gentilicios son brasileño y brasilero; como Guayas, provincia ecuatoriana que tiene dos gentilicios: guayaco y guayasense; como París, a cuyos ciudadanos se denomina parisinos o parisienses.
Este análisis determina que los gentilicios santodomingueño y santodominguense están bien estructurados; por lo tanto, se pueden emplear de manera indistinta.
Cuando los moradores de un pueblo desean adoptar un solo gentilicio, les corresponde a sus autoridades decidir cuál es la denominación con la que más se identifican o sienten más cercana y que desean usar de manera oficial.
Remolacha, betarraga y beterava
Consulta: Encuentro «remolacha» y «betarraga» en el diccionario, pero no «veteraba». (Ing. Com. Chárbel Saab; Guayaquil).
Respuesta: Consta en los diccionarios, pero no empieza con «v» sino con «b». Beterava es sinónimo de betarraga, remolacha y también de betarrata.
Betarraga se derivó del francés betterave, que significa remolacha, voz que a su vez procede del italiano ramolaccio.
FUENTES: DICCIONARIO DE LA LENGUA ESPAÑOLA Y DICCIONARIO PANHISPÁNICO DE DUDAS, DE LA REAL ACADEMIA ESPAÑOLA Y LA ASOCIACIÓN DE ACADEMIAS DE LA LENGUA ESPAÑOLA; DICCIONARIO DEL USO CORRECTO DEL ESPAÑOL EN EL ECUADOR, DE SUSANA CORDERO DE ESPINOSA.
Respuesta: En sí no hay reglas fijas para estructurar los gentilicios; pero se recomienda la fórmula raíz o lexema + sufijo o morfema. Por ejemplo, del nombre Quito más los sufijos o terminaciones -eño y -ense resultan los gentilicios quiteño y quitense.
Aparte de los aspectos del idioma (párrafo anterior), en la construcción de estos nombres también hay que observar las particularidades externas a la lengua o cuestiones históricas que originaron el gentilicio; por ejemplo, fluminenses son los naturales de Babahoyo, capital de la provincia de Los Ríos; también los habitantes de Río de Janeiro, ciudad de Brasil. Fluminense se deriva de la palabra latina flumen que significa ‘río’, palabra que generó el nombre de la provincia, de la ciudad y del gentilicio respectivo.
Los sufijos que más se emplean para la formación de los gentilicios son: -ano: zamorano (de Zamora); -ense: carchense (de Carchi); -iense: parisiense (de París); -ino: montalvino (de Montalvo); -teco: guatemalteco (de Guatemala); -és: cordobés (de Córdoba); -í: iraní (de Irán); -eño: guayaquileño (de Guayaquil); -ero: habanero (de La Habana), sanjuanero (de San Juan); -ejo: popayanejo, cañarejo, biblianejo (de Popayán, Cañar y Biblián). Estas últimas grafías alternan en el uso con el sufijo -ense: cañarense, biblianense.
Es muy normal que para un mismo topónimo (nombre propio de lugar) existan varias denominaciones formadas por sufijos diferentes, este es el caso del gentilicio de la provincia de Santo Domingo de los Tsáchilas y de otras ciudades o países como Brasil, cuyos gentilicios son brasileño y brasilero; como Guayas, provincia ecuatoriana que tiene dos gentilicios: guayaco y guayasense; como París, a cuyos ciudadanos se denomina parisinos o parisienses.
Este análisis determina que los gentilicios santodomingueño y santodominguense están bien estructurados; por lo tanto, se pueden emplear de manera indistinta.
Cuando los moradores de un pueblo desean adoptar un solo gentilicio, les corresponde a sus autoridades decidir cuál es la denominación con la que más se identifican o sienten más cercana y que desean usar de manera oficial.
Remolacha, betarraga y beterava
Consulta: Encuentro «remolacha» y «betarraga» en el diccionario, pero no «veteraba». (Ing. Com. Chárbel Saab; Guayaquil).
Respuesta: Consta en los diccionarios, pero no empieza con «v» sino con «b». Beterava es sinónimo de betarraga, remolacha y también de betarrata.
Betarraga se derivó del francés betterave, que significa remolacha, voz que a su vez procede del italiano ramolaccio.
FUENTES: DICCIONARIO DE LA LENGUA ESPAÑOLA Y DICCIONARIO PANHISPÁNICO DE DUDAS, DE LA REAL ACADEMIA ESPAÑOLA Y LA ASOCIACIÓN DE ACADEMIAS DE LA LENGUA ESPAÑOLA; DICCIONARIO DEL USO CORRECTO DEL ESPAÑOL EN EL ECUADOR, DE SUSANA CORDERO DE ESPINOSA.
Pintura de: Vicki Shuck, tomada del blog What the Day Brings
Texto tomado de: La Esquina del Idioma Diario eluniverso.com
Guayaquil, Ecuador
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