Pregunta: ¿Cuál de las siguientes palabras son las correctas?: Graduación o incorporación, muceta o birrete. He escuchado en muchos casos el uso de estas palabras. Ejemplos: Los alumnos del sexto curso se graduarán mañana y utilizarán una capa y un birrete.
Los alumnos del sexto curso se incorporarán mañana y utilizarán una capa y una muceta. (Robin Mendoza, El Triunfo)
Respuesta: Las palabras “graduación” e “incorporación” no son sinónimos. El sustantivo femenino “graduación”, en el contexto de su duda, significa ‘acción y efecto de graduarse’, ‘obtención de un grado o de un título’.
“Incorporación” es ‘la integración de alguien o de algo en un todo’, ‘levantar la cabeza o la parte superior del cuerpo’, ‘integrarse a una empresa en la que comenzará a trabajar’. No significa ‘salir o egresar de una escuela, colegio o universidad’, tampoco ‘graduarse’.
Los alumnos se incorporan a una institución educativa en el momento que ingresan a ella para realizar los estudios respectivos de instrucción y formación. Cuando terminan el ciclo de instrucción, los educandos se gradúan. En la ceremonia de graduación los estudiantes, ataviados con capa y birreta, se incorporan al grupo de bachilleres de la república. Después estos jóvenes se tendrán que incorporar a una institución de estudios superiores. En las oraciones de su consulta, es apropiado decir que “Los alumnos del sexto curso se graduarán mañana y utilizarán una capa y un birrete” (se recomienda “una birreta”). O, “Los alumnos del sexto curso se incorporarán mañana al grupo de bachilleres...”.
Conjugación del verbo caber
Pregunta: ¿Cómo se debe decir: caber o quepar?, ¿es correcto decir “este libro no quepa en la mochila” o “este libro no cabe en la mochila”?; ¿“yo no quepo en esta silla” o “yo no cabo en esta silla”? Si es posible, ¿lo podría conjugar? (Sonia Velepucha)
Respuesta: En nuestro idioma no existe el verbo *quepar. “Caber” es un verbo que tiene irregularidad propia, porque no sigue el modelo de conjugación que le corresponde por la terminación de su infinitivo, además es uno de los verbos más irregulares de su clasificación o grupo. Pueden estar alterados todos o varios de sus tiempos verbales, las raíces o las desinencias.
He notado que algunas personas evitan el uso de este verbo y lo sustituyen por “entrar”, que aunque son sinónimos no se pueden emplear indistintamente en determinados contextos. “Caber” y “entrar” encajan sin problema en oraciones como “El diccionario no entra en el librero”. “El diccionario no cabe en el librero”. Pero no es recomendable aplicar “entrar” cuando “caber” significa ‘existir o ser posible’: “Que no te quepa la menor duda de que iré a la fiesta. *Que no te entre la menor duda de que iré a la fiesta. Con respecto a las oraciones que usted propone, sugiero que diga “este libro no cabe en la mochila”, “yo no quepo en esta silla”.
Veamos el cuadro de conjugación de “caber” en los diferentes modos y tiempos:
Modo indicativo, presente: yo quepo, tú cabes, él cabe, nosotros cabemos, vosotros cabéis, ellos caben. Pretérito perfecto simple o pretérito: yo cupe, tú cupiste, él cupo, nosotros cupimos, vosotros cupisteis, ellos cupieron. Pretérito imperfecto o copretérito: yo cabía, tú cabías, él cabía, nosotros cabíamos, vosotros cabíais, ellos cabían. Futuro simple o futuro: yo cabré, tú cabrás, él cabrá, nosotros cabremos, vosotros cabréis, ellos cabrán. Condicional simple o pospretérito: yo cabría, tú cabrías, él cabría, nosotros cabríamos, vosotros cabríais, ellos cabrían.
Modo subjuntivo, presente: que yo quepa, que tú quepas, que él quepa, que nosotros quepamos, que vosotros quepáis, que ellos quepan. Pretérito imperfecto o pretérito: yo cupiera o cupiese, tú cupieras o cupieses, él cupiera o cupiese, nosotros cupiéramos o cupiésemos, vosotros cupierais o cupieseis, ellos cupieran o cupiesen. Futuro simple o futuro: yo cupiere, tú cupieres, él cupiere, nosotros cupiéremos, vosotros cupiereis, ellos cupieren.
Modo imperativo: cabe tú, cabed vosotros, quepan ustedes, Gerundio: cabiendo. Participio: cabido.
Pintura de: Fongwei Liu, tomada del blog Fongwei Liu
Texto tomado de: La Esquina del Idioma Diario eluniverso.com