“Me sentía muy mal anímicamente y le pedí a Dios, la medianoche del 24 de diciembre, que me regalara una gatita para que me acompañe y no sentirme sola”, cuenta.
Para su sorpresa, afirma, la mañana del 25 en el techo de su casa apareció una gata de dos meses completamente descuidada. “La cogí, la bañé y la metí en mi cama para que durmiera”, agrega.
Coello afirma que desde ese momento Alexandra, como llamó a su “hija”, se convirtió en su compañera de vida.
Alexandra Coello, de 48 años, junto a una de sus gatas mestizas, su nieta Dulce María, ganadora del festival felino de FADA.
“La llevaba al veterinario, estaba más tiempo con ella, le compraba su comida, jugaba con ella. Para mí se convirtió como en la hija que no he tenido”, confiesa.
“Recibí otra sorpresa cuando descubrí que mi ‘hija’ me convirtió en abuela”, dice Coello, quien se mantiene con una tienda de abastos.
Dulce María es su “nieta” y estrella de la familia, quien fue la imagen de una tienda de mascotas y además obtuvo el primer lugar en la categoría mestizos en el festival felino organizado por la Fundación Amigos de los Animales (FADA), el pasado 16 de agosto.
Coello recalca que desde que tiene a sus gatas ha cambiado su manera de vivir e incluso adoptó a otros animales, entre los que destaca su perra Vicky Rosita, como la conocen en el barrio.
“Las personas deben ser humanitarias, no deben abandonar a sus animales porque ellos también sufren y si ven a alguno en las calles, ayúdenlos, no los maltraten”, aconseja.
“Recibí otra sorpresa cuando descubrí que mi ‘hija’ me convirtió en abuela”, dice Coello, quien se mantiene con una tienda de abastos.
Dulce María es su “nieta” y estrella de la familia, quien fue la imagen de una tienda de mascotas y además obtuvo el primer lugar en la categoría mestizos en el festival felino organizado por la Fundación Amigos de los Animales (FADA), el pasado 16 de agosto.
Coello recalca que desde que tiene a sus gatas ha cambiado su manera de vivir e incluso adoptó a otros animales, entre los que destaca su perra Vicky Rosita, como la conocen en el barrio.
“Las personas deben ser humanitarias, no deben abandonar a sus animales porque ellos también sufren y si ven a alguno en las calles, ayúdenlos, no los maltraten”, aconseja.
Pintura de: Jose del Olmo, tomada del blog: Mis acuarelas
Texto tomado de: Diario eluniverso.com
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