La Esquina del Idioma
Piedad Villavicencio Bellolio
Hace algunos años, en esta columna hicimos una reflexión sobre la escritura de la palabra «montuvio» (con /v/), que se usó en el Ecuador hasta finales de la década de los treinta, del siglo pasado. Y que de manera misteriosa desapareció para darle paso al vocablo montubio (con /b/), que describe al hombre del campo como una persona ‘montaraz y grosera’, sentido que no caracteriza de manera fiel al campesino ecuatoriano.
Pero en estos días decembrinos, como regalo navideño, constatamos que nuestro «montuvio» ya se ha incorporado al Diccionario académico con el significado de ‘campesino de la costa’. Muy bien.
Gracias, señores académicos, por ayudarnos a reivindicar ese uso tan nuestro, que, como hemos dicho en esta columna, implica monte, río, amorfino, raíces, historia...
Años viejos o añoviejos
Se reproduce y actualiza de La esquina del idioma del 29 de diciembre del 2013:
En el DRAE no consta la expresión «años viejos», pero es la que más usan los ecuatorianos para referirse a los monigotes que se queman en la medianoche del 31 de diciembre al despedir el año que fenece.
La forma «añoviejos» también se emplea, aunque con menos acogida.
En el Ecuador los años viejos se elaboran con materiales diversos y en variedad de tamaños. Así, hay desde minimonigotes hasta años viejos gigantes, que constituyen verdaderas obras de arte.
Castillos pirotécnicos o de fuego
Está en el Diccionario como «castillo de fuego» y alude a una estructura cubierta de fuegos artificiales, cuya forma va en función de la celebración.
En el Ecuador no suele usarse la expresión «castillos de fuego» ni «castillos pirotécnicos», sino tan solo «castillos». Estos se prenden en diferentes festividades populares. (F)
FUENTES:
Diccionario de la lengua española (2001), Diccionario de americanismos (2010) y Diccionario de la lengua española (2014), de la Real Academia Española y la Asociación de Academias de la Lengua Española.
Diccionario de la lengua española (2001), Diccionario de americanismos (2010) y Diccionario de la lengua española (2014), de la Real Academia Española y la Asociación de Academias de la Lengua Española.