La Esquina del Idioma
Piedad Villavicencio Bellolio
Consulta: En la frase «ventas al por mayor», ¿la palabra ventas debe ir, así, en plural? ¿Pueden ir dos preposiciones seguidas? (Verónica Chóez; Guayaquil)
Respuesta: El sustantivo venta admite las dos estructuras. En singular expresa que una institución o que una o varias personas están realizando la acción de vender: Juan y Federico se dedican a la venta al por mayor de pavos.
En plural, se refiere de manera general a los artículos vendidos y no al efecto de vender:En Navidad los escaparates se llenan de juguetes, y aumentan las ventas al por mayor de estos artículos.
Las mismas recomendaciones funcionan con la locución «al por menor»: Esta tienda hace ventas al por menor. En el último trimestre del año disminuyeron las ventas al por menor.
Según el contexto, «al por mayor» y «al por menor» alternan en el uso con mayorear, mayoreo y mayorista; menudear, menudeo y minorista.
PREPOSICIONES SEGUIDAS
Las preposiciones forman secuencias y locuciones preposicionales o prepositivas. Actúan como nexo entre dos expresiones, por lo tanto es normal que en una misma frase se encuentren seguidas o intercaladas dos o más de ellas: La pelota pasó al arco por entre las piernas del futbolista. No hay nadie de por medio. Nótese que en los ejemplos anteriores, las preposiciones son «por entre» y «de por».
Hornear y enhornar se usan hace dos siglos
«Enhornar» ingresó al Diccionario en 1732 con el significado de ‘meter alguna cosa en el horno: como el pan para que se cueza’. «Hornear» entró en 1734 con la acepción de ‘ejercer el oficio de hornero’, y la indicación de que Antonio de Nebrija1 usa este verbo en su vocabulario. «Hornar» es más reciente, figura desde el 2001.
Estos verbos provienen de la misma raíz y actualmente comparten el matiz de ‘poner algo en el horno para asarlo o cocinarlo’. Aunque en los ámbitos cultos se prefiere el infinitivo «hornear», los tres se pueden emplear de manera indistinta.
Dependiendo del verbo que se use, la conjugación será distinta: yo horno, yo horneo y yo enhorno; tú hornas, tú horneas y tú enhornas; él horna, él hornea y él enhorna; y así sucesivamente con los demás tiempos y personas. Las formas del participio son hornado, horneado y enhornado; las del gerundio, hornando, horneando y enhornando.
Se emplean como adjetivos los participios hornado y horneado: pavo hornado, pollo horneado. Como sustantivos adquieren un significado específico: se usa hornado para referirse al cerdo cocinado o asado en el horno; incluso, cuando se aplica en femenino (hornada) adopta el sentido de porción de pan u otras cosas de pastelería que se cuecen de una sola vez en el horno. Y el nombre horneado se emplea con la acepción de ‘pan de trigo’.
AHORNAR
Funciona como sinónimo de los verbos mencionados, pero además se aplica para indicar que el pan se quemó o quedó tostado por fuera, pero por dentro está crudo.
1 Humanista, filólogo, historiador, pedagogo, gramático, astrónomo y poeta. Su nombre original es Antonio Martínez de Cala (1441-1522). Fue autor de la primera gramática española (1492) y del primer diccionario del español (1495).
FUENTES: DICCIONARIO DE LA LENGUA ESPAÑOLA, DICCIONARIO PANHISPÁNICO DE DUDAS Y GRAMÁTICA DE LA LENGUA ESPAÑOLA, DE LA REAL ACADEMIA ESPAÑOLA Y LA ASOCIACIÓN DE ACADEMIAS DE LA LENGUA ESPAÑOLA; DICCIONARIO CLAVE.
Texto tomado de: La Esquina del Idioma Diario eluniverso.com
Guayaquil, Ecuador