sábado, 28 de marzo de 2015

¿Los huevos se encuban, se encoban o se incuban?

La Esquina del Idioma
Piedad Villavicencio Bellolio
La respuesta depende del sentido que queramos transmitir. Si tenemos, por ejemplo, unos huevos de gallina y tan solo necesitamos guardarlos en cualquier recipiente, que, aunque inusitado, muy bien podría ser una cuba, tendríamos que decir «hay que encubar los huevos».
Pero si nuestro deseo es tener una granja con una buena cría de pollitos, no vamos a guardar los huevos en una cuba, sino en una incubadora; por supuesto, si no tenemos la gallina para que se encargue de calentarlos, incubarlos, empollarlos o encobarlos.
Estas consideraciones funcionan así en el lenguaje hablado. En el lenguaje escrito debemos ser más cuidadosos, pues si por falta de atención o desconocimiento usamos la consonante uve (v) en lugar de la be (b), el mensaje que vamos a transmitir resultará un verdadero despropósito.
Así es, pues decir que «hay que encovar los huevos» denota que los pobres huevos de gallina van a ir a parar a una cueva o al fondo de un hueco. Es decir, encovar es encuevar: ‘meter en un hueco o en una cueva’.
Por lo tanto, a partir de las intenciones comunicativas que tengamos, los huevos en cuestión se pueden encubar, encobar, incubar y, aunque resulte insólito, también encovar.
Acefalia y acefalía están en el DLE
En el 2005, cuando se publicó el Diccionario panhispánico de dudas, los ecuatorianos nos sorprendimos al encontrar la palabra «acefalia» solamente con pronunciación grave [asefália, azefália], lo que indicaba que la escritura con hiato (acefalía), frecuente en el Ecuador, era incorrecta.
Pero qué bueno que en la actualidad coexistan las dos formas (acefalia y acefalía) en el Diccionario de la lengua española (DLE [antes denominado DRAE]).
«Acefalia» o «acefalía» es principalmente la carencia de cabeza (cualidad de acéfalo), pero se emplea también en sentido figurado para referirse a la falta de jefe o de autoridad en una entidad o sociedad. (F)
FUENTES:
Diccionario de la lengua española (2001), Diccionario de la lengua española(2014) y Diccionario panhispánico de dudas (2005), de la Real Academia Española y la Asociación de Academias de la Lengua Española.
Dibujo de: Thomas Thorspecken, tomada del blog 
  Analog Artist Digital World
Texto tomado de: La Esquina del Idioma Diario eluniverso.com 
Guayaquil, Ecuador

domingo, 22 de marzo de 2015

¿Qué es una ruma?

La Esquina del Idioma
Piedad Villavicencio Bellolio
La palabra «ruma» no está en el Diccionario de la lengua española (DLE), pero en este libro sí consta el verbo «arrumar», que, entre otros significados, se refiere a la acción de amontonar o poner cosas unas encima de otras (en desorden).
Por lo tanto, una ruma es un conjunto de cosas que están amontonadas; es decir, que no tienen orden ni concierto. Y aunque «ruma» se registra en el Diccionario de americanismos con la etiqueta de nombre obsoleto, su empleo es común en el Ecuador.
En el DLE también está el término «rumazón» con el sentido de ‘conjunto de nubes’. No obstante, una rumazón asimismo equivale a una ruma o apilamiento de cosas: Hay que donar esa ruma o rumazón de libros.
¿Qué es un deán?
Deán es un canónigo que preside el cabildo de una catedral después del obispo. Del vocablo «deán» parten los nombres «deanato» o «deanazgo», que se vinculan con el referido cargo canónigo. Así, deanato puede referirse a la dignidad de canónigo y también a la circunscripción eclesiástica donde este ejerce.
Números romanos en versal y versalita
La Ortografía de la lengua española indica que los signos de la numeración romana se deben escribir en mayúscula para que estén en concordancia con las letras capitales romanas de las que se derivan. Por lo tanto, conviene que tengamos presentes las siguientes recomendaciones:
-Junto a palabras en minúscula, para favorecer el equilibrio de la tipografía, se recomienda que se escriban los romanos en letras versalitas, que tienen la forma mayúscula pero conservan el tamaño de la minúscula a la que acompañan.
-Cuando los números romanos se refieren a un nombre propio es obligada la letra versal (tamaño habitual de la mayúscula). Ejemplo: El papa Juan Pablo II. (F)
FUENTES:
Diccionario de la lengua española (2014), Diccionario de americanismos (2010) yOrtografía de la lengua española (2010), de la Real Academia Española y la Asociación de Academias de la Lengua Española.
 Dibujo de: Thomas Thorspecken, tomada del blog 
 Analog Artist Digital World
Texto tomado de: La Esquina del Idioma Diario eluniverso.com 
Guayaquil, Ecuador

martes, 17 de marzo de 2015

¿Se articula «braille», «braile» o «brailie»?

La Esquina del Idioma
Piedad Villavicencio Bellolio
Suele pronunciarse con una sola /l/ [braile], pero su forma correcta es con el dígrafo /ll/, así: [braille]. Procede del nombre Louis Braille, francés que inventó el sistema de escritura y lectura para ciegos.
Con respecto a la articulación de la elle, esta depende de la región del hablante. Así, el Diccionario panhispánico de dudas (DPD) indica que «actualmente, en la pronunciación normal de la mayor parte de los territorios de habla hispana, representa el sonido palatal central sonoro /y/». Según las normas, esta pronunciación como /y/ se denomina yeísmo. En este punto hay que tener en cuenta que el yeísmo no se considera incorrecto en la actualidad e, incluso, se emplea entre hablantes cultos.
El DPD también indica que la elle «en algunas zonas y, en general, entre hablantes de pronunciación esmerada, representa el sonido palatal lateral sonoro /ll/».
En este mismo diccionario se recomienda que se evite la articulación de la ellecomo /li/. Por ejemplo, no es apropiado decir, [kabalio] por caballo. Y regresando al caso de esta consulta, no se recomienda pronunciar [brailie] ni [braile] sino[braille] o [braiye].
Rumorar y rumorear son de uso equivalente
Los dos vocablos se emplean con el sentido de ‘difundirse un rumor o un asunto que no procede de fuentes fidedignas’. Es decir, ‘comunicar algo falso o que no ha sido confirmado’. Tienen uso intransitivo, pronominal y transitivo: El pueblo rumoraba o rumoreaba en la plaza. Se rumoraba o rumoreaba que el sueldo básico se iba a incrementar. No rumorees o rumores ante tus hijos, háblales siempre con la verdad.
«Rumorear» también denota que algo suena de manera vaga, confusa y continuada: En la iglesia se confundía el rumorear de los rezos con el cántico de las monjas. Las olas rumoreaban al estrellarse contra las rocas.
A esta misma familia léxica pertenecen las voces «rumorología» y «rumoroso», que denotan en su orden que ‘se difunden rumores’ y ‘que causan rumores’. (F)
FUENTES:
Diccionario panhispánico de dudas (2005) y Diccionario de la lengua española(2014), de la Real Academia Española y la Asociación de Academias de la Lengua Española; Clave, diccionario de uso del español actual (2012).
Dibujo de: Ami Plasse, tomada del blog Ami Underground 
Texto tomado de: La Esquina del Idioma Diario eluniverso.com

Guayaquil, Ecuador

domingo, 15 de marzo de 2015

¿Usted coloca o pone a alguien al teléfono?

La Esquina del Idioma
Piedad Villavicencio Bellolio
«Poner» y «colocar» tienen matices que los unen, eso es indudable. Pero este lazo semántico no da libertad para que se usen como sinónimos en todos los contextos.
«Colocar» es acomodar, es poner a una persona o cosa en el lugar apropiado o donde corresponda. De ahí que se colocan los libros en el armario y, en sentido figurado, se puede colocar a una persona en una empresa. Y se dice en sentido figurado, porque a la persona en cuestión no se la lleva cargada como si fuera un monigote para luego acomodarla en el mejor sitio del lugar.
«Poner», en su primera acepción, también es colocar o hacer que una persona o cosa estén en un lugar. La segunda acepción es parecida a la primera. Estos son los matices que se cruzan entre estos dos infinitivos y que suelen imprimir ambigüedad y jocosidad en las frases, cuando no se presta atención al contexto.
Algunos ejemplos
Al momento de servir los alimentos no se coloca la mesa sino que se pone. Se coloca un dinero en el banco para hacer una inversión, pero se pone dinero cuando se trata de hacer una apuesta.
Se puede poner (no colocar) en apuros o aprietos a alguien. Y al momento de escribir algo en un papel, por ejemplo, una firma, esta no se coloca sino que se pone.
Las aves ponen o depositan huevos, pero jamás los colocan. Si las aves colocaran huevos, tendríamos que imaginarnos que con las alas acomodarían los huevos en algún lugar del gallinero.
Cuando alguien llame por teléfono y pregunte por su mamá u otro miembro de la familia, no hay que decirle «enseguida se la coloco», sino «enseguida se la pongo» u otra frase de similar matiz.
Y si de manifestar alegría se trata, póngase alegre y jamás se le ocurra colocarse eufórico.
En conclusión, cuando usemos estos verbos tengamos presente que el verbo «colocar» implica acomodar, ubicar en el lugar apropiado; en cambio, «poner» denota que el objeto puesto puede estar de cualquier modo e, incluso, en el sitio equivocado.
¿Es quemimportismo?
En la pronunciación rápida suele eliminarse un sonido (síncopa), así como se indica en la pregunta, pero en la escritura deben constar todos sus elementos: «quemeimportismo». Este sustantivo denota ‘actitud de indiferencia ante cualquier asunto o circunstancia’. Es decir, la persona con quemeimportismo no tiene inclinación ni rechazo hacia alguien o algo (no le importa nada).
El sustantivo «quemeimportismo» ingresó al diccionario académico en el 2001. Está registrado como coloquialismo de uso ecuatoriano. (F)
FUENTES:
Diccionario de la lengua española (2001) y Diccionario de la lengua española(2014), de la Real Academia Española y la Asociación de Academias de la Lengua Española.
Dibujo de: Thomas Thorspecken, tomada del blog 
Analog Artist Digital World
Texto tomado de: La Esquina del Idioma Diario eluniverso.com 
Guayaquil, Ecuador
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