La Esquina del Idioma
Piedad Villavicencio Bellolio
Respuesta: Del griego -skopía, que significa ‘observar o examinar’, procede el elemento compositivo -scopia o -scopía, partícula con la que se construyen sustantivos femeninos que suelen designar procedimientos de exploración visual o técnicas de diagnóstico mediante exploración visual, como las palabras endoscopía o endoscopia (técnica de exploración visual de una cavidad del organismo o de un órgano hueco), laparoscopía o laparoscopia (exploración visual de la cavidad abdominal), colonoscopía o colonoscopia (exploración del interior del colon).
Según el Diccionario panhispánico de dudas (DPD), de la Real Academia Española (RAE) y de la Asociación de Academias de la Lengua Española, las dos terminaciones son válidas. La forma con hiato (-ía) está en concordancia con la pronunciación de la raíz griega (-skopía), y es la que se emplea con preferencia en los países americanos de habla española. La forma con diptongo (-ia), en consonancia con la articulación latina, es la que predomina en España.
En el Diccionario de la lengua española, de la RAE (2001), y en otros como el Clave, está registrada solamente la acentuación con diptongo (-scopia).
Hasta antes de la publicación del DPD (2005) se cuestionaba la pronunciación y escritura con hiato. En la actualidad las dos formas tienen empleo indistinto.
¿Testigo o testiga?
Para referirse a la persona que presencia y atestigua algo, el nombre testigo es de género común; es decir, se usa para el masculino y el femenino. El género gramatical se introduce por medio de un determinante: El testigo. La testigo. Evítese la forma en femenino (la testiga).
Tiene género masculino cuando se emplea con el significado de ‘marca, señal, prueba, muestra, objeto o palo que se intercambia en las carreras de relevos’: Esta huella carmín es testigo de un beso. Deja un testigo en el libro para que puedas reanudar la lectura con facilidad. Los atletas perdieron la carrera, porque el testigo se cayó al suelo al hacer el relevo.
Ídolo o ídola
Palabras como víctima, persona, vástago, tortuga, cisne, ídolo, etcétera, se consideran sustantivos epicenos, porque su género gramatical es invariable; es decir, son nombres que tienen como propiedad inherente el género masculino o el femenino para designar a personas y animales.
Para indicar el sexo de este grupo se suele recurrir, dependiendo del caso, a los términos hombre, mujer, macho, hembra u otro referente: La víctima era un hombre de raza amarilla. Las cantantes de rocanrol eran los ídolos de la juventud de los años cincuenta. La Luna era el ídolo de algunos grupos primitivos.
La Navidad y las Navidades.
Pregunta: ¿«Navidad» va con inicial mayúscula?, ¿en singular o en plural? (Elena Castillo).
Respuesta: El nombre Navidad (fiesta religiosa en la que se celebra la Natividad del Señor Jesucristo) se puede usar en plural o en singular. Se escribe con mayúscula inicial: La fiesta de Navidad está próxima. En estas Navidades cantaré muchos villancicos. Se emplea también como sinónimo de «año», y, en este caso, se debe aplicar con letra minúscula: María Elena tiene 18 navidades.
La palabra «navidad» proviene de «natividad» y esta del latín «nativitas», que significa ‘natalicio, nacimiento’.
Fuentes: Diccionario de la lengua española, de la RAE; Diccionario panhispánico de dudas, de la RAE y de la Asociación de Academias de la Lengua Española; Diccionario Clave; Gramática didáctica del español, de Leonardo Gómez Torrego.
Pintura de: Irit Bourla, tomada del blog Paintings By Irit Bourla
Texto tomado de: La Esquina del Idioma Diario eluniverso.com
Guayaquil, Ecuador
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