La Esquina del Idioma
Piedad Villavicencio Bellolio
Consulta: He escuchado muchas veces la frase «al interior de...», por ejemplo, cuando dicen «al interior del Congreso». ¿No sería más correcto decir «en el interior del Congreso»? (Johnny Solano).
Respuesta: La locución «al interior de» es correcta cuando transmite la idea de dirigirse o de ingresar a algún lugar, construcción que constituye un complemento circunstancial o de régimen preposicional.
Esta frase se aplica bien en «los huelguistas ingresaron al interior del Congreso»; aunque suena redundante precedida de «ingresaron», forma verbal que aporta el significado de ‘entrar en un lugar’.
En este caso, por concisión, es mejor decir «los huelguistas ingresaron al Congreso». Pero hay contextos en los que la locución prepositiva no se puede omitir, como en «los captores llevaron a su víctima al interior del bosque» (si obviamos la secuencia «al interior de» no vamos a poder especificar que los captores se adentraron en el bosque con las personas secuestradas).
En el interior de
Si bien la secuencia «en el interior de», a veces, no añade ningún dato importante a la frase, puede resultar aceptable su empleo en contextos en que no está implícita la noción de movimiento o dirección, como en «se aprobaron algunas leyes en el interior del Congreso». Incluso así, en este ejemplo es superflua su aplicación, pues basta con decir «...en el Congreso» para transmitir el concepto de ‘en el interior’, ‘en la parte de dentro’ o ‘ en el seno de ese organismo del Estado’.
Calco extranjero
Por lo expuesto en los párrafos que anteceden, «al interior de» y «en el interior de» no son frases sinónimas. Su aplicación con esta equivalencia tiene tintes galicados: es una imitación de «à l'intérieur», expresión que traducida al español significa ‘de dentro de’ o ‘en el interior de’.
Nuestros lectores o interlocutores captarán mejor el mensaje cuando este es directo, sucinto y sin giros o influencias de otras lenguas.
De la raíz «ortig-» se originó el verbo ortigar
Consulta: El verbo ortigar no está en el diccionario académico. ¿Debe escribirse en cursiva o entre comillas? (Alberto Castro Villamarín).
Respuesta: «Ortigar» consta en algunos diccionarios regionales, como El Habla del Ecuador (1995), de Carlos Joaquín Córdova.
También figura en el Diccionario esencial de la lengua española (2006), de la Real Academia Española (DRAE).
Aunque este verbo no estuviera registrado en ningún diccionario, le asistiría el derecho a la escritura en letra normal o redonda, puesto que está muy bien construido:
«Ortigar» se formó por derivación, procedimiento que consiste en agregar un sufijo o un prefijo a una palabra primitiva o a su raíz o lexema.
En este análisis, la raíz o lexema es «ortig-» y el sufijo adicionado es «-ar». De la suma de estos componentes resultó «ortigar» (‘frotar o castigar a alguien con ramas u hojas de ortiga’).
Otros ejemplos, de «ortig-» + sufijo «-al» procedió el nombre «ortigal» (‘lugar donde abunda la ortiga’). No está asentada en el DRAE, pero de «ortig-» + sufijo «-ero» se puede crear la voz ortiguero (‘depósito o bodega de ortigas’).
Uso figurado
La ortiga es una planta herbácea, cuyas hojas están cubiertas de pelos que segregan una sustancia que produce escozor. A partir de este significado, se formó la locución verbal «ser alguien como unas ortigas», que se aplica de manera coloquial para referirse a aquellas personas que tienen trato áspero e irritante.
Fuentes: Diccionario de la lengua española, de la RAE; Diccionario panhispánico de dudas, de la RAE y la Asociación de Academias de la Lengua española; Diccionario El habla del Ecuador, de Carlos Joaquín Córdova; Diccionario práctico ecuatoriano, de Carlos Alvarado Gómez; Diccionario francés-español
Pintura de: Robin Cheers, tomada del blog A Painter's Journa
Texto tomado de: La Esquina del Idioma Diario eluniverso.com
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