El logro alcanzado en el pasado ofrece la explicación más plausible a esos "genios", cuyas excepcionales destrezas no parecen tener otra justificación.
La familia intenta encontrar explicación para el repentino cambio de actitud de su hijo Kieron Williamson con la pintura. Un bello paisaje marino pintado a acuarela con una sensibilidad propia de un genio, pero de solo seis años, fue el resultado de un fin de semana familiar en la costa de Devon y Cornwall en Inglaterra.
Un año después sus obras ya se expusieron al público. Las primeras críticas de los expertos que han visitado la colección en la "Last Picture Show In Town" han sido muy positivas para el joven talento, quien ha demostrado admiración por el artista Edward Sego (quien murió en 1974), procedente como él del condado inglés de Norfolk.
El rotativo británico "Daily Mail" se ha hecho eco de la nueva sensación de la pintura británica que se une a la lista de supuestos niños prodigio que son descubiertos cada año en los distintos confines del mundo.
En 2004 fue Marla Olmstead, de tres años, quien revolucionó las galerías de arte con su técnica expresionista abstracta (que asemejaba sus creaciones a las pinturas del gran Jackson Pollock)
Hay artículos en todo el mundo que ya hablan de Marla. Hay quien dice que es un genio y otros que es una niña prodigio.
A principios de este año, Aelita André compaginaba su vida de estudiante de guardería con las exposiciones de sus cudros al óleo en las galerías de Melbourne, a sus dos años de edad. Los medios australianos pusieron en entredicho la autoría de las obras. Ya que pensaban que los autores reales eran sus padres.
Kim Ung-Yung, niño coreano sabía leer y escribir en coreano, japonés, alemán e inglés cuando apenas tenía 4 años. A esa edad ya había resuelto complicados problemas de cálculo integral y diferencial. Está registrado en el libro de récords de Guinness como la persona más inteligente del planeta, con un coeficiente intelectual de 220 puntos. Obtuvo su doctorado en física antes de cumplir los 15 años.
Alia Sabur, norteamericana, es actualmente la profesora universitaria más joven del mundo. Completó sus estudios y fue aceptada a los 10 años en la Universidad Estatal de Nueva York, donde se graduó con honor a los 14 años.
Akrit Jaswal, estudió medicina y se convirtió en cirujano a los 7 años, tiene su coeficiente intelectual de 146.
Óscar Wrigley niño de dos años, conoce la Historia de la época grecorromana como su palma. Tiene el coeficiente intelectual superior a los 160, que se puede igualar con el creador de la teoría de la relatividad Einstein.
Lo traen de vidas anteriores
Es importante preguntarse dónde obtienen los niños prodigio su asombroso ingenio. Mozart, por ejemplo, comenzó componiendo minuteos a la edad de tres años, terminó su primera sinfonía a los 5, y a los 9 había compuesto sonatas, arias, sinfonías y presentó su primera ópera a los 12.
Miguel Ángel manifestó sus dotes para la escultura a los 5 años y Beethoven dio su primer concierto a los 8 años. ¿Puede venir esa extraordinaria virtud de sus padres, de un aprendizaje temprano o del entorno?
La reencarnación es la única explicación lógica del talento extraordinario de los "genios infantiles" cuya habilidad no parece tener otra justificación. Este tipo de niños es poco común debido a su edad. No obstante, son un ejemplo de que esa capacidad proviene de lo que hubiera obtenido en vidas anteriores. Lo que aprendieron en ese pasado nos enseña de que cada vida contiene la semilla de su vida actual.
En otras palabras, todo lo que somos hoy lo hemos estado construyendo durante miles de años. El alma, utiliza un nuevo cuerpo cuando este se gasta. La reencarnación es en realidad muy sencilla, se cambia de cuerpo acumulando más conocimientos, esto nos ayuda a entender la razón por la cual nacemos con un conjunto determinado de aptitudes y destrezas, y lógicamente el porqué nacen estos niños prodigio.
De hecho Benjamín Franklin creía en la reencarnación, predijo su retorno "en una nueva edición, más elegante, revisada y corregida por el autor".
Conocimiento muy antiguo
La creencia en la reencarnación es muy antigua, generalmente aceptada como un hecho cotidiano en el Oriente. Mientras que en el Occidente no es admitida universalmente, aunque está ganando terreno en la comunidad científica, más frecuentemente a través de experiencias individuales.
En 1886, el reverendo W.R. Alger escribió "A Critical History of the Doctrine of a Future Life" (Historia crítica de la doctrina de una vida futura), que se convirtió en la obra clásica cristiana sobre el tema de la inmortalidad.
En su libro, Alger escribió: "Ninguna doctrina ha ejercido sobre la humanidad una influencia tan vasta, controladora y permanente como la de la "metempsicosis" (palabra que significa reencarnación), la noción de que cuando el alma deja el cuerpo vuelve a nacer en otro cuerpo y que su rango, carácter moral, circunstancia y experiencia en cada existencia sucesiva depende de sus cualidades, acciones y logros de (...) vidas anteriores".
Es un poco difícil aceptar todo esto cuando los niños prodigio son obligados por sus padres a trabajar duro, no guardan buenos recuerdos de su infancia como escribe en sus memorias Ruth Slencynska, quien desde los 4 años realizó una carrera fabulosa compuesta por miles de conciertos en todo el mundo.
¿Se ha preguntado usted qué hacen los niños prodigio que ya crecieron? Ubicados en actividades que tienen que ver con sus destrezas, como adultos viven una vida como la de cualquier persona común, quizá porque ya lo hicieron todo de niños o porque decidieron dejar de ser prodigio y no quisieron escalar e ir más allá.
Texto tomado de Semana Holística: Diario Expreso
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