Érase una vez

Gazapos y tropezones

Manuel Corrales Pascual

De la Academia de la Lengua

Así comienzan en nuestra lengua los cuentos de hadas y otros muchos cuentos. Pero ahora me interesa detenerme en el vocablo vez. Pertenece, como mis lectores bien saben, a la categoría gramatical de los nombres.

Pero este nombre lo insertamos en diversísimos contextos, en muchos de los cuales forma parte de conjuntos gramaticales de varia función y significación.

Por ejemplo: una cuidadosa secretaria me pregunta si la expresión toda vez es correcta en nuestra lengua. ¡Claro que lo es! Y también son correctas estas otras: una vez que, hice las dos cosas a la vez, ¡cállate de una vez!, de una vez para siempre, etc.

Todos estos conjuntos en los que entra la palabra vez se denominan, en terminología gramatical bien conocida, locuciones.

¿Qué es una locución gramatical? Según el Diccionario académico, es la "combinación fija de varios vocablos que funciona como una determinada clase de palabras", es decir como una determinada "parte de la oración" o "categoría gramatical".

De ahí las diversas clases de locuciones gramaticales: adjetivas, adverbiales, conjuntivas, cuantificadoras o intensificadoras, interjectivas, preposicionales o prepositivas, pronominales, sustantivas, verbales.

Puede venirnos bien recordar los ejemplos que el mismo DRAE nos ofrece de cada uno de esos tipos de locuciones gramaticales: locución adjetiva (la que funciona como un adjetivo). Por ejemplo: De tomo y lomo. De rechupete.

Locución adverbial (la que funciona como un adverbio). Por ejemplo: De antemano. De repente.

Conjuntiva (la que funciona como una conjunción). Por ejemplo: Con tal que. Una vez que. Toda vez que. Justamente esta última es la que suscitó la inquietud de aquella cuidadosa secretaria.

Seguiré en este asunto de las locuciones gramaticales en próximas entregas.

Dibujo de: João Pinheiro, tomada del blog João Pinheiro_blog

Texto tomado de: Gazapos y tropezones Diario hoy.com.ec

Quito, Ecuador