La Esquina del Idioma
Piedad Villavicencio Bellolio
Aunque en los ámbitos de las escuelas, colegios y universidades del Ecuador suelen emplearse los dos vocablos para referirse a un periodo lectivo o académico de cinco meses, es más apropiado el uso de la palabra quinquemestre por los elementos con que está constituida. Pero mejor analicemos el sustento de esto:
Quinquemestre no se deriva de «qui», sino de la palabra latina quinque, que significa 'cinco'; también del latín mestre que a su vez se originó de mensis, cuyo sentido es 'mes'. En este punto ya estamos listos para deducir su significado, el que surge de manera fácil por medio de la suma de sus componentes: quinque(cinco) + mestre (mes) = cinco meses.
Por los argumentos presentados, en lugar de quimestral también es mejor el uso de quinquemestral, que denota 'que algo ocurre o se repite cada quinquemestre' o 'que dura un quinquemestre'.
En el Diccionario académico y en glosarios de raíces latinas figuran algunas palabras que están compuestas por el término quinque, que también validan el uso de quinquemestre. Se transcriben tres ejemplos:
quinquenio.
Tiempo de cinco años. // Incremento económico al cumplirse cinco años de antigüedad en un puesto de trabajo.
quinquelingüe.
Que habla cinco lenguas. // Escrito en cinco idiomas.
quinquenal.
Que sucede cada quinquenio. // Que dura un quinquenio.
¿Está bien decir que alguien luce triste?
En ninguna de las acepciones del verbo lucir está presente el sentido negativo o adverso que suele atribuírsele en algunos contextos.
Lucir proviene del latín lucere, que significa 'brillar'; por lo tanto, su empleo es adecuado en frases que transmiten ideas favorables o las acepciones que le son propias, como brillar, resplandecer, sobresalir, iluminar, dar claridad, exhibir un adorno, vestirse bien y acicalarse. De ahí que es correcto indicar que la persona luce feliz, que en el traje luce un prendedor de oro o que se lució en la presentación. Este último caso se emplea también con sentido irónico para denotar lo contrario: que algo salió mal en la actividad mencionada.
A partir de lo analizado, hay que meditar en que no es apropiado decir que una persona luce enferma, que el vestido luce arrugado o que las avenidas lucen con basura; pues, se reitera, se fuerza a este verbo a cumplir con una función que no le pertenece.
Quinquemestre no se deriva de «qui», sino de la palabra latina quinque, que significa 'cinco'; también del latín mestre que a su vez se originó de mensis, cuyo sentido es 'mes'. En este punto ya estamos listos para deducir su significado, el que surge de manera fácil por medio de la suma de sus componentes: quinque(cinco) + mestre (mes) = cinco meses.
Por los argumentos presentados, en lugar de quimestral también es mejor el uso de quinquemestral, que denota 'que algo ocurre o se repite cada quinquemestre' o 'que dura un quinquemestre'.
En el Diccionario académico y en glosarios de raíces latinas figuran algunas palabras que están compuestas por el término quinque, que también validan el uso de quinquemestre. Se transcriben tres ejemplos:
quinquenio.
Tiempo de cinco años. // Incremento económico al cumplirse cinco años de antigüedad en un puesto de trabajo.
quinquelingüe.
Que habla cinco lenguas. // Escrito en cinco idiomas.
quinquenal.
Que sucede cada quinquenio. // Que dura un quinquenio.
¿Está bien decir que alguien luce triste?
En ninguna de las acepciones del verbo lucir está presente el sentido negativo o adverso que suele atribuírsele en algunos contextos.
Lucir proviene del latín lucere, que significa 'brillar'; por lo tanto, su empleo es adecuado en frases que transmiten ideas favorables o las acepciones que le son propias, como brillar, resplandecer, sobresalir, iluminar, dar claridad, exhibir un adorno, vestirse bien y acicalarse. De ahí que es correcto indicar que la persona luce feliz, que en el traje luce un prendedor de oro o que se lució en la presentación. Este último caso se emplea también con sentido irónico para denotar lo contrario: que algo salió mal en la actividad mencionada.
A partir de lo analizado, hay que meditar en que no es apropiado decir que una persona luce enferma, que el vestido luce arrugado o que las avenidas lucen con basura; pues, se reitera, se fuerza a este verbo a cumplir con una función que no le pertenece.
FUENTES: DICCIONARIO DE LA LENGUA ESPAÑOLA (2001), DE LA REAL ACADEMIA ESPAÑOLA Y LA ASOCIACIÓN DE ACADEMIAS DE LA LENGUA ESPAÑOLA; BREVE DICCIONARIO ETIMOLÓGICO DE LA LENGUA CASTELLANA, DE JOAN COROMINAS (1973); CÓMO ENRIQUECER NUESTRO VOCABULARIO MEDIANTE EL EMPLEO DE LAS RAÍCES LATINAS (1999), DE J. ALBERTO SERNA M.
Pintura de: Karin Jurick, tomada del blog A Painting Today
Texto tomado de: La Esquina del Idioma Diario eluniverso.com
Guayaquil, Ecuador
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