Gazapos y tropezones
Manuel Corrales Pascual
De la Academia de la Lengua
Me refiero a los pronombres demostrativos este, ese, aquel, esta, esa, aquella, y esto, eso, y aquello, y sus correspondientes plurales (en los casos de los masculinos y femeninos): estos, esos, aquellos, estas, esas, aquellas.
La cuestión es: ¿hay que tildarlos? La antigua norma decía que sí, para distinguirlos de esas mismas formas cuando funcionan como adjetivos: Aquella computadora me gusta (adjetivo). Prefiero esta (pronombre). La norma de la nueva Ortografía académica dice que no hace falta tildarlos. Y, por tanto, tenemos libertad para tildarlos o no.
Las Academias recomiendan no tildarlos. Pero recomendar no es lo mismo que mandar u ordenar. Pasa con estos pronombres lo mismo que con la palabra solo, a la que ya me he referido en anterior entrega: antes, había que tildarlo cuando funcionaba como adverbio (equivalente a solamente) y podía confundírselo con el idéntico adjetivo. Ahora, las Academias nos recomiendan que no lo tildemos nunca. En primer lugar, los casos de ambigüedad son rarísimos, e incluso -diría yo- rebuscados.
En segundo lugar, no deben llevar tilde según las reglas generales de acentuación, bien porque se trata de palabras llanas terminadas en vocal o en s, bien, en el caso de aquel, por ser aguda y acabar en consonante distinta de n o s. Las Academias nos dicen que las reglas ortográficas anteriores prescribían el uso de tilde diacrítica en estos los pronombres demostrativos para distinguirlos de los adjetivos. Pero que ese empleo de la tilde en tales pronombres demostrativos no cumple el requisito fundamental que justifica el uso de la tilde diacrítica, que es el de oponer palabras tónicas o acentuadas a palabras átonas o inacentuadas formalmente idénticas, ya que estos pronombres son siempre palabras tónicas en cualquiera de sus funciones.
La cuestión es: ¿hay que tildarlos? La antigua norma decía que sí, para distinguirlos de esas mismas formas cuando funcionan como adjetivos: Aquella computadora me gusta (adjetivo). Prefiero esta (pronombre). La norma de la nueva Ortografía académica dice que no hace falta tildarlos. Y, por tanto, tenemos libertad para tildarlos o no.
Las Academias recomiendan no tildarlos. Pero recomendar no es lo mismo que mandar u ordenar. Pasa con estos pronombres lo mismo que con la palabra solo, a la que ya me he referido en anterior entrega: antes, había que tildarlo cuando funcionaba como adverbio (equivalente a solamente) y podía confundírselo con el idéntico adjetivo. Ahora, las Academias nos recomiendan que no lo tildemos nunca. En primer lugar, los casos de ambigüedad son rarísimos, e incluso -diría yo- rebuscados.
En segundo lugar, no deben llevar tilde según las reglas generales de acentuación, bien porque se trata de palabras llanas terminadas en vocal o en s, bien, en el caso de aquel, por ser aguda y acabar en consonante distinta de n o s. Las Academias nos dicen que las reglas ortográficas anteriores prescribían el uso de tilde diacrítica en estos los pronombres demostrativos para distinguirlos de los adjetivos. Pero que ese empleo de la tilde en tales pronombres demostrativos no cumple el requisito fundamental que justifica el uso de la tilde diacrítica, que es el de oponer palabras tónicas o acentuadas a palabras átonas o inacentuadas formalmente idénticas, ya que estos pronombres son siempre palabras tónicas en cualquiera de sus funciones.
Texto tomado de: Gazapos y tropezones Diario hoy.com.ec
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