Gazapos y tropezones
Manuel Corrales Pascual
De la Academia de la Lengua
Hay palabras que, sobre todo a los tiernos, les suenan rarísimas, ininteligibles.
El otro día se me ocurrió decir, a propósito de algún despropósito: "¡Es un disparate superlativo!" Martín (6 años recién cumplidos) me preguntó inmediatamente. "¿Qué es superlativo?" Quizá sea provechoso entretenernos un rato con esta palabreja.
Es un adjetivo que, por ejemplo en mi exclamación arriba citada, significa "muy grande y excelente en su línea" (DRAE). Pero también es uno de los tres grados de los adjetivos (esos grados son el POSITIVO, el COMPARATIVO y el SUPERLATIVO).
El grado SUPERLATIVO de un adjetivo es el grado mayor de significación de dicho adjetivo. Por ejemplo, el superlativo del adjetivo alto es muy alto o altísimo. Y, a propósito de este ejemplo, podemos añadir que los superlativos en español pueden formarse de dos maneras: (1) con el adverbio de cantidad MUY: Ese árbol es MUY alto, o con los sufijos (terminaciones) -ÍSIMO o -ÉRRIMO: Ese árbol es ALTÍSIMO. Aquel anciano no era pobre, era PAUPÉRRIMO.
Según nos enseña la gramática, hay dos tipos de superlativos: los adjetivos superlativos absolutos, aquellos que denotan el sumo grado de cualidad que expresan: justísimo, celebérrimo, muy alto. Y los adjetivos superlativos relativos, que junto con un artículo o un posesivo significan el grado máximo o mínimo de la cualidad de una persona o cosa, en relación con las demás de un conjunto determinado: el mejor de sus hermanos, sus más tristes versos, la menor de las dificultades, las casas más viejas de la ciudad, los menos favorecidos del grupo.
Como ya no nos queda hoy espacio, en un próximo artículo veremos las peculiaridades de algunos superlativos, y también las incorrecciones que podemos cometer al formarlos.
Dibujo de: Ami Plasse, tomada del blog Ami Underground
Texto tomado de: Gazapos y tropezones Diario hoy.com.ec
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