Respuesta: En el lenguaje coloquial es común omitir la segunda preposición que antecede al relativo QUE: *Es POR esto QUE no voy a poder ir. Pero en el lenguaje formal, la estructura gramatical correcta exige repetir la preposición POR ante el relativo, y además entre los dos debe ir el artículo LO: Es POR esto POR LO QUE no voy a poder ir.
No es recomendable usar este tipo de construcciones: *EN la ciudadela QUE vivo hay muchos árboles, *Fue POR eso QUE te dije que no vinieras; lo correcto es: EN la ciudadela EN LA QUE vivo hay muchos árboles, Fue POR eso POR LO QUE te dije que no vinieras.
Hay que tener presente que estos giros gramaticales tienen una fuerte carga enfática y que su aplicación debe limitarse solamente para casos muy especiales. Para evitar esta circunlocución (rodeo de palabras), se puede ubicar al comienzo de la frase el complemento que indica la circunstancia, el motivo o la causa; y si nos atenemos a esta fórmula, está demás decir “Es POR esto POR LO QUE no voy a poder ir”, si se puede manifestar, p. ej., “Estoy muy atareada, POR ESO no voy a poder ir”. O, “...POR ESTO te llamé”, en vez de “Es POR esto POR LO QUE te llamé”.
En síntesis, las expresiones “es por eso que” y “es por esto que” no son castellanas, son construcciones galicadas (que tienen influencia del idioma francés). En español decimos “es por eso por lo que”, “es por esto por lo que” o, simplemente y preferible, “por eso” o “por esto”.
En los textos hay que hacer pausas... ¡y punto!
Pregunta: Un aspecto de buena escritura que deseo conocer más claramente es el uso de las puntuaciones: el punto (.), la coma (,), el punto y coma (;), los dos puntos (:), el guión (-) y paréntesis [()]. Si es válido como principio de correcta escritura (usado en el inglés, por ejemplo) de que –particularmente en cartas comerciales– los párrafos deben ser cortos, y cuando por necesidad tienen que ser largos, tales puntuaciones ayudan a romper monotonía y hacer fluir la idea más ágilmente. (Andrés J. Moreira, EE.UU.)
Respuesta: Hoy le voy a hablar del punto.
Uso del punto
El punto indica la pausa que se debe hacer al final de una frase. Después de un punto siempre se escribe con letra mayúscula, excepto después de las abreviaturas. Hay tres clases de punto: el punto y seguido, el punto y aparte y el punto final.
El punto y seguido se usa para separar enunciados dentro del mismo párrafo. Luego de un punto y seguido la escritura continúa en la misma línea. Si el punto queda al final del renglón se sigue en el siguiente sin dejar espacios o sangría.
Se usa el punto y aparte para separar párrafos distintos que, por lo general, tienen ideas diferentes. Después del punto y aparte se escribe en otro párrafo y el texto de la primera línea, generalmente, lleva una pequeña sangría.
El punto final es el signo de puntuación que cierra un texto cuando este ya está concluido.
El punto y las abreviaturas
También se emplea el punto cuando se abrevia una palabra: Prof. por profesor; Sr. por señor; Dra o Dr.ª por doctora.
Hay que tener presente que las abreviaturas con las unidades de medida nunca llevan punto y al escribirlas hay que dejar un espacio entre la cantidad y la unidad: 10 m (metros), 5 dm (decímetros), 30 cm (centímetros), 40 km (kilómetros).
Pintura de: Kim Roberti, tomada del blog My Paintings
Texto tomado de: La Esquina del Idioma Diario eluniverso.com
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