martes, 30 de septiembre de 2014

¿Está lloviendo o serenando?

La Esquina del Idioma
Piedad Villavicencio Bellolio

No hay que confundir llover con serenar. Cuando llueve cae mucha agua de las nubes; cuando está serenando el agua que cae no es abundante, sino menuda; es decir, serenando equivale a lloviznando o garuando.
Con el soporte del DRAE, en este contexto de las lloviznas, lluvias o aguaceros conviene saber también que chaparrón se refiere a una lluvia intensa de corta duración; un chubasco, a un aguacero con vientos constantes; un diluvio es una lluvia copiosa que ocasiona la inundación de grandes áreas del planeta; un calabobos corresponde a una llovizna incesante que, por su prolongada duración, empapa la ropa y cala hasta los huesos; el chirimiri (o sirimiri) y el orvallo son, asimismo, lloviznas persistentes.
¿Y qué son la borrasca, la tempestad y la tormenta? Estas voces se usan para referirse a precipitaciones fuertes que vienen acompañadas de vientos impetuosos y fenómenos eléctricos.
Preste atención al uso de cegar y segar
Estos verbos suenan igual pero tienen significados diferentes, por lo tanto entran en el grupo de los homófonos. Las palabras de estas características causan imprecisiones cuando no se presta atención al contexto. Cegar (con c) es quitar o perder la vista, encandilar, turbar el entendimiento, taponar u obstruir lo que estaba abierto. Se conjuga como acertar: El accidente le cegó el ojo izquierdo. Esos destellos me ciegan. No escucha consejos porque esa decepción lo cegó. Un derrubio o deslave cegó la antigua mina.
Segar (con s) es cortar hierbas, cereales o cualquier cosa; es interrumpir algo de manera violenta y repentina. También se conjuga como acertar: Con la guadaña siega las mieses y la maleza de su finca. Ese nefasto accidente segó su vida.
PARA RECORDAR: Si escribe cegar (con c) indicará que se perdió el sentido de la vista; si usa segar (con s) denotará que se truncó la vida.
«Saber» como equivalente de «soler»
La fórmula saber + infinitivo se usa para indicar que alguien es muy hábil o está capacitado para realizar una actividad: Carlos sabe hacer barcos en miniatura.
Como equivalente del verbo soler o de tener costumbre, esta misma perífrasis verbal es de empleo común en el Ecuador y en otros países de América: Yo sabía caminar todos los días por el malecón Simón Bolívar. Las personas de la tercera edad saben conversar en el parque. Para estos casos en algunos ámbitos se prefiere el uso del verbo soler. (Este último segmento se reprodujo de La esquina del idioma, junio 6 del 2010).
FUENTES:
Diccionario de la lengua española (2001), Diccionario panhispánico de dudas(2005) y Diccionario de americanismos (2010), de la Real Academia Española y la Asociación de Academias de la Lengua Española; La esquina del idioma (2010).

Pintura de: Robin Cheers, tomada del blog A Painter's Journal 
Texto tomado de: La Esquina del Idioma 
Guayaquil, Ecuador

sábado, 27 de septiembre de 2014

No me enseño en la ciudad, ¿te enseñas tú?

La Esquina del Idioma
Piedad Villavicencio Bellolio

¿Que de dónde viene el uso de la expresión «enseñarse a»? Salió del verbo enseñar, pues en la sexta acepción acoge el sentido de ‘acostumbrarse, habituarse a algo’, de construcción pronominal.
Con este soporte, es natural decir «no me enseño a enviar mensajes por el celular», «tomo café con miel porque no estoy enseñada a la sacarina» o «estoy muy enseñado a llegar puntual a la empresa».
Este uso no es coloquial, pero si el hablante lo prefiere, puede reemplazarlo por los verbos acostumbrar o habituar: No me acostumbro a vivir en la ciudad. No está habituada al clima invernal de Guayaquil.
Aparte de lo que hemos analizado, la fórmula «enseñar + a + infinitivo (verbo sin conjugar)» denota que se instruirá o se capacitará a una persona para que haga lo que se expresa en el infinitivo: Nos enseñará a aplicar los signos de puntuación.(Uso transitivo).
Puntos suspensivos en medio de una frase
Cuando se interrumpe el discurso en la reproducción de citas, los puntos suspensivos deben colocarse entre corchetes o paréntesis justo en el espacio donde se hizo el corte de la oración. Van sin estos signos cuando los suspensivos están al comienzo o al final de la frase reproducida.
Además, cuando se emplea este recurso hay que considerar la continuidad lógica y sintáctica; por lo tanto después del cierre del corchete o paréntesis puede ir otro signo de puntuación: «Algunas palabras nos absorben, no nos dejan [...], vienen en los libros, en los periódicos, en los mensajes publicitarios...» (José Saramago).
¿Se puede decir «desde mi punto de vista personal»?
De decir se puede, pero no lo diga porque esa frase resulta redundante. Le explico por qué. Un punto de vista es de por sí personal, es la forma en que cada individuo interpreta o considera un asunto. Por lo tanto, cuando se quiera emitir un criterio tan solo hay que decir «desde mi punto de vista», que comparte matices con la expresión «desde mi óptica».
Pelo casquillo
La palabra casquillo que consta en el DRAE no tiene ningún significado que se relacione con el pelo de las personas. Pero en el Ecuador se emplea para referirse a un cabello de rizos muy ensortijados, de churos o encrespado.
FUENTES: Diccionario de la lengua española (2001), Diccionario panhispánico de dudas (2005) y Ortografía de la lengua española (2010), de la Real Academia Española y la Asociación de Academias de la Lengua Española.

Pintura de: Robin Cheers, tomada del blog A Painter's Journal 
Texto tomado de: La Esquina del Idioma 
Guayaquil, Ecuador

martes, 23 de septiembre de 2014

Exprés es la grafía recomendada; «express» tiene pronunciación híbrida

La Esquina del Idioma
Piedad Villavicencio Bellolio

«Express», vocablo inglés y también francés, se adaptó al español con la grafía exprés.
Se emplea para referirse a algunos electrodomésticos que tienen la característica de funcionar con presión para disminuir el tiempo de cocción o de ebullición.
Algunos ejemplos de estos artefactos son la olla exprés (se usa más olla de presión[no se diga a presión]), la cafetera exprés, la sartén exprés, la cantina exprés, el esterilizador exprés.
De la etimología de «express» surgen las acepciones de urgente o de prisa, y por esta particularidad se extendió su empleo a otros ámbitos, como el de los secuestros rápidos o de corta duración, que generalmente se hacen por medio de un vehículo, que puede ser de alquiler o de la propia víctima.
Con el significado que antecede se recomienda también que se emplee la palabra exprés (secuestro exprés), pues la forma extranjera (express) requiere de resalte ortográfico (cursiva, comillas) y su pronunciación resulta híbrida.
Sobre el tipo de secuestro mencionado, según el último DRAE, en el Perú se emplea la locución secuestro al paso, «que se realiza llevando en automóvil a la víctima para que con su tarjeta de crédito retire dinero de cajeros automáticos».
Huyamos de manera rauda de los secuestros y regresemos a los otros usos de exprés.
Con respecto al café que se hace en una cafetera exprés, se registran dos formas: café exprés y café expreso. Esta última tiene más acogida. El mismo tratamiento se da para referirse a un tipo de tren que circula de noche y tiene pocas paradas: El tren exprés o expreso.
Igualmente se aplican estos adjetivos para hablar del autobús que no tiene paradas intermedias; también, para mencionar la entrega urgente de cartas o mercadería: Autobús exprés o expreso. Servicio exprés o expreso. Con estos sentidos asimismo puede funcionar como sustantivo: Quiero un exprés bien calientito (o calentito). El expreso de la medianoche descarriló.
Exprés es invariable en plural: Secuestros exprés; expreso se pluraliza: Pidió varios cafés expresos.
Los políticos tuvieron un «impasse» otra vez
Esa frase indica que las negociaciones o asuntos de los políticos están en un callejón sin salida, en un punto muerto; es decir que el problema que se está tratando no avanza, no tiene visos de solución. Reflexiónese en el uso de impasse, ya que esta voz no denota pleito, pelea, desavenencia, controversia o desacuerdo.
Fuentes: Diccionario de la lengua española (2001), Diccionario panhispánico de dudas (2005); Diccionario esencial (2006), de la Real Academia Española y la Asociación de Academias de la Lengua Española.

Pintura de: Robin Cheers, tomada del blog A Painter's Journal 
Texto tomado de: La Esquina del Idioma 
Guayaquil, Ecuador
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