sábado, 28 de junio de 2014

En la expresión «mi pensar», ¿está bien usado el verbo?

La Esquina del Idioma
Piedad Villavicencio Bellolio
Esa construcción tiene un verbo sustantivado, cuyo uso es correcto: una de las formas para sustantivar una palabra es precisamente a partir de un verbo sin conjugar (infinitivo).
Para conseguir ese efecto, tan solo hay que anteponer un determinante al verbo, así: Mi pensar de cada día; El saber abre las puertas del éxito; El amar es hermoso. Cáptese en cada verbo el sentido del respectivo sustantivo: pensamiento, sabiduría o conocimiento, amor.
¿Hay dequeísmo en la frase «el Gobierno informó de que...»?
No tiene dequeísmo. El verbo informar puede construirse de dos modos: informaralgo a alguien o informar de algo a alguien. Ejemplos: El Gobierno informó que se llevan a cabo gestiones...; El Gobierno informó de que se llevan a cabo gestiones...
El empleo u omisión de la preposición depende del hablante o de la región en que se construya el mensaje. De ahí que en España se prefiere la preposición, pero en América suele evitarse.
¿La palabra «autopsia» indica que el cadáver se autoexamina?
De ninguna manera. Una de sus acepciones es ‘examen anatómico de un cadáver’: el examen visual lo hace el médico forense o cualquier otra persona capacitada para ello.
El término «autopsia» está compuesto por los elementos griegos autos, que significa ‘uno mismo’; y por opsis, que indica ‘vista, visión’. Al interpretar la suma de estos significados, se obtiene el sentido de ‘ver uno mismo’ o ‘ver con los propios ojos’. Sinónimo: necropsia.
¿Por qué escriben Catar con si lo correcto es con q?
A partir de la última Ortografía de la lengua española (2010), se recomienda que se use la letra q para formar el dígrafo qu y representar el fonema /k/ solo ante las vocales ei, como en quesoqueridoquimera. No se sugiere el uso de la en combinación con o.
El sustento de esto es que la no puede funcionar como grafema independiente ni con sonido autónomo, porque esa combinación es ajena al español. De ahí que grafías con las secuencias a o no son propias de las normas de escritura española.
Por lo tanto, al usar latinismos y extranjerismos, la Ortografía recomienda que se sustituya la q por la c: quark > cuark; quadrivium > cuadrivio.
Cuando el hablante desee mantener la escritura original, debe poner estas palabras en cursiva, ya que se consideran extranjerismos o latinismos sin adaptar.
El cambio de la por la también se debe considerar en la escritura de los topónimos (nombres propios de lugar), por ello la Ortografía indica que se prefiera la forma Catar en vez de Qatar, que es una transcripción del árabe que presenta un uso de la extraño al sistema ortográfico del español. Y en consecuencia, el gentilicio recomendado para ese emirato árabe es catarí, mejor que qatarí.

FUENTES:
Diccionario de la lengua española (2001), Diccionario panhispánico de dudas(2005); Nueva gramática de la lengua española (2009) y Ortografía de la lengua española (2010), de la Real Academia Española y la Asociación de Academias de la Lengua Española.
Pintura de: Emmanuel Garant, tomada del blog Recogedor 
Texto tomado de: La Esquina del Idioma Diario eluniverso.com 

martes, 24 de junio de 2014

¿La frase «de pie» indica que se está derecho y sostenido sobre un solo pie?

La Esquina del Idioma
Piedad Villavicencio Bellolio
«De pie» y «de pies» son locuciones adverbiales y las dos denotan lo mismo: que la persona de que se trata está erguida y apoyada en las extremidades inferiores (los dos pies). Si esto es así, con toda seguridad podemos ponernos «de pies» o tan solo «de pie», ya que no vamos a perder el equilibrio.
Ahora leamos lo que dicen las obras académicas:
Según el Diccionario de la lengua española (2001), de la Real Academia Española, ambas locuciones son correctas; pero la misma Academia en el Diccionario panhispánico de dudas (2005) difunde que la forma «de pies», que fue de uso normal en etapas anteriores del español, se percibe en la actualidad como un vulgarismo; por lo tanto, debe evitarse en el habla culta.
A partir de esta recomendación y sin importar que una de estas expresiones tenga más prestigio que la otra, nosotros como hablantes debemos reflexionar y preferir la locución que más se ajuste al entorno comunicativo en el que nos desenvolvemos.
LOCUCIÓN «EN PIE»
Puede usarse como equivalente de ‘estar de pie’ o ‘de pies’, pero además de indicar que la persona referida no está sentada ni en otra posición sino que está erguida y firme sobre los pies, también transmite otras ideas. Así, cuando alguien está recuperado de una dolencia se suele decir que ya está en pie: El paciente por fin se puso en pie.
Asimismo, cuando una promesa u oferta sigue vigente, se dice que el asunto de que se trata está en pie todavía: Aún está en pie la invitación que te hice.
En este punto hay que tener claro que las locuciones «de pie» y «en pie» no funcionan con el mismo significado en todos los contextos: se puede expresar, por ejemplo, que el estudiante se puso de pie, de pies o en pie en señal de saludo; pero no se debe manifestar que la propuesta o la invitación sigue «de pie», en este caso solo cabe la locución «en pie».
¿Cualquier o cualquiera otra persona?
La palabra «cualquiera» es adjetivo indefinido. Se usa para referirse a una persona o cosa sin señalarla o determinarla.
Cuando está antes de un sustantivo de género masculino o femenino, se cambia por la grafía apocopada «cualquier»: Cualquier persona. Cualquier hombre. Asimismo se usa el apócope cuando media una palabra entre el adjetivo y el sustantivo: Cualquier otra persona. Cualquier otro joven.
Pero la forma sin acortamiento (cualquiera) también suele emplearse antes de un sustantivo en femenino. De ahí surgen frases como «cualquiera palabra» o «cualquiera otra persona». Según el Panhispánico, este uso tiene acogida en Chile. En el Ecuador es inusitado.
El plural es «cualesquiera» no «cualesquieras». Así como en el caso del singular, se emplea cuando el emisor no conoce o no desea especificar o determinar los nombres de las personas o cosas a los que se refiere: Las indicaciones que se enviaron por correo electrónico, mensajes de voz o por cualesquiera otros medios, son de obligado cumplimiento. Aunque tiene poca acogida, también es correcto el plural apocopado: Este diseño se adapta a cualesquier otros dispositivos.

FUENTES:
Diccionario de la lengua española (2001) y Diccionario panhispánico de dudas(2005), de la Real Academia Española y la Asociación de Academias de la Lengua Española.
Pintura de: Emmanuel Garant, tomada del blog Recogedor 
Texto tomado de: La Esquina del Idioma Diario eluniverso.com 
Guayaquil, Ecuador

sábado, 21 de junio de 2014

¿Cuál es el sustento para elegir entre «voy a cocinar» y «voy ha cocinar»?

La Esquina del Idioma
Piedad Villavicencio Bellolio
Hay una pista sustancial. Consiste en fijarse a qué palabra antecede la preposición «a» o la forma verbal «ha». Veamos en qué se fundamenta esto.
Si acompaña a un verbo sin conjugar se debe usar la preposición «a», como en «voy a cocinar», «se fue a bailar» u otras frases de estructura similar.
La preposición «a» también precede a algunos complementos: Huele a rosas. Sabe a menta. Te buscaré a la salida del trabajo. Siéntese a la izquierda de su profesor.
Si está ayudando a otro verbo a formar un tiempo compuesto, no es preposición sino la tercera persona del verbo haber; por lo tanto se debe usar ha + participio, como en estos ejemplos: Pedro ha viajado por todo el planeta. Lucía siempre ha cocinado en la casa de sus padres.
No hay que confundir «a» y «ha» con la interjección «ah», que expresa pena, admiración o sorpresa, así: ¡Ah, qué tristeza!
PARA RECORDAR: Se usa «a» (sin h) cuando es preposición. Se escribe «ha» cuando se refiere al verbo haber; y, «ah» cuando es interjección.
¿Es «lo pegó» o «le pegó»?; ¿«lo pegué» o «le pegué»?
«Lo» y «los» son pronombres átonos que funcionan como complemento directo (CD). Cuando se emplean como complemento indirecto (CI) en lugar de «le» o «les» se incurre en el fenómeno gramatical denominado loísmo.
Construyamos una frase con «pegó»: Juan pegó el cartel en la puerta. Muy bien. Dado que en columnas anteriores ya hemos analizado las preguntas básicas que debemos formular para reconocer los CD y CI, ahora tan solo hagamos una pregunta lógica: ¿Qué hizo Juan con el cartel? = lo pegó en la puerta.
Recordemos que el pronombre «lo» cumple funciones de CD y en esa oración sustituye a «el cartel»; por lo tanto al hacer la sustitución es apropiado decir «lo pegó». Si en vez de «lo» usamos «le» (le pegó en la puerta), cometemos leísmo.
Ahora hagamos el mismo ejercicio, pero con referente de persona y con otro verbo: Escribe una nota a su hijo. Formulemos la pregunta: ¿A quién escribe una nota? = a su hijo (CI). Al cambiar el CI por el pronombre respectivo queda «le escribe una nota». Sería inaudito responder «lo escribe», pues podríamos inferir que la nota se escribe, p. ej., en las manos del hijo. De la misma manera caemos en laísmo cuando usamos los pronombres «la» o «las» como CI en lugar de «le» o «les»: la pegó por le pegó. En conclusión, dependiendo del contexto todas las formas de la consulta son factibles.
¿Hay que pedir «un vaso de agua» o «un vaso con agua»?
Podemos pedir un vaso con agua, pero también es normal que solicitemos un vaso de agua. ¿¡De agua!? Sí, pidámoslo nomás, pues el receptáculo que contiene el líquido no está hecho de agua, sino de cristal, madera, acrílico, barro cocido...
No olvidemos que la preposición «de», aparte de emplearse para mencionar la materia con que se ha elaborado algo, también indica contenido, al igual que la preposición «con».

FUENTES:
Diccionario de la lengua española (2001), Diccionario panhispánico de dudas(2005) y Nueva gramática de la lengua española (2009), de la Real Academia Española y la Asociación de Academias de la Lengua Española.
Pintura de: Claudia Hammer, tomada del blog 
Texto tomado de: La Esquina del Idioma 

martes, 17 de junio de 2014

En Ecuador o el Ecuador, ¿cuál es el sustento para el uso u omisión del artículo?

La Esquina del Idioma
Piedad Villavicencio Bellolio
Algunos nombres de países admiten la posibilidad de escribirse o mencionarse con el artículo o sin él. Ejemplos de este caso son el Ecuador o Ecuador (el nombre oficial es República del Ecuador), el Japón o Japón, la Argentina o Argentina, entre otras denominaciones.
Cuando el artículo forma parte del topónimo se escribe con mayúscula inicial: El Oro, Los Ríos, La Habana, etcétera.
Los nombres de ríos, montes, océanos y cordilleras se escriben o pronuncian precedidos del artículo, pues en él está implícito o sobrentendido el nombre geográfico (el [río] Guayas). No se dice, por ejemplo, «voy a pasear en bote por Guayas», sino «voy a pasear en bote por el Guayas» o «...por el río Guayas».
El sustantivo propio «Guayas», que forma parte de las denominaciones «Provincia del Guayas», «Dirección de Salud del Guayas» y «Prefecto del Guayas», se deriva del nombre del accidente hidrográfico «río Guayas». Esta relación de dependencia más lo indicado en el párrafo anterior es lo que aclara y justifica el uso de la contracción «del» en esas denominaciones.
Pero al margen de cualquier regla ortográfica, la forma de escritura que predomina es la que consta en los registros y documentos oficiales, nombres que las autoridades y pobladores del lugar han elegido y difundido.
¿Es yendo, iendo o llendo?
«Yendo» es el gerundio del verbo ir. Pero ¿por qué es «yendo» y no «iendo»?
En algunas desinencias cuando el sonido [i] queda en posición intervocálica se convierte en [y]. Por ejemplo, de le- (raíz) + -iendo (desinencia) no resulta «leiendo», sino «leyendo».
Con el verbo oír sucede igual: su gerundio es «oyendo», no «oiendo». Lo mismo pasa cuando el sonido vocálico [i] queda al inicio de palabra junto a otra vocal: el gerundio del verbo ir no es «iendo», sino «yendo».
¿Muramos, mueramos, moramos o meramos?
La primera persona del plural del presente del modo subjuntivo del verbo «morir» es «muramos», no «mueramos» ni «moramos»; tampoco es «meramos», como también se suele decir. Desmenucemos estas formas verbales:
«Muerar», infinitivo de «mueramos», no consta como verbo en el DRAE; pero está registrado el sustantivo «muera» (sal de cocina), que se puede transformar en verbo al anteponerle el prefijo a-. Así, «amuerar» significa ‘poner sal’, ‘salar’, ‘sazonar con sal’; y «amueramos», ‘salamos’, ‘condimentamos con sal’.
«Moramos» (vivimos, habitamos, residimos) es la primera persona del plural del presente de indicativo del verbo «morar» (vivir, habitar, residir).
«Meramos» (templamos, aguamos) corresponde a la primera persona del plural del presente de indicativo del verbo «merar» (templar, aguar; mezclar dos licores; poner agua al vino para aumentar su calidad o templar su virtud).

FUENTES:
Ortografía de la lengua española (2010), Diccionario de la lengua española(2001), Diccionario de americanismos (2010) y Nueva gramática de la lengua española (2009), de la Asociación de Academias de la Lengua Española.Diccionario Clave (en línea). Ediciones anteriores de La esquina del idioma.
Pintura de: Claudia Hammer, tomada del blog 
Texto tomado de: La Esquina del Idioma 
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