Problemas de la a

Gazapos y tropezones

Manuel Corrales Pascual

De la Academia de la Lengua

¿Una sola letra, la "a", plantea problemas ortográficos? Pues, sí. Y de ellos me ocupé ya en esta columna hace muchísimos meses. Pero veo que siguen existiendo dudas y aun serios resbalones ortográficos en su uso. Así que vamos a volver sobre el tema.

Voy a mi casa. Nos encontraremos a las tres en punto de la tarde. Fulanito hace las cosas a tontas y a locas. A trancas y barrancas logró aprobar el curso.
En todos los ejemplos citados, la "a" funciona como preposición. Y significa, en primer lugar, dirección hacia la cual se encamina alguien o algo: Voy a mi casa (me dirijo hacia mi casa). Enviamos este paquete a Saquisilí (lo enviamos a aquella hermosa ciudad serrana).

También tiene que ver con el tiempo: Nos encontraremos a las tres en punto de la tarde. Se indica en esta frase que esa es la hora precisa de nuestro encuentro.

Por otra parte, es constituyente importante en locuciones modales como las que aparecen en mis dos últimos ejemplos: A tontas y a locas significa "de manera irreflexiva", "irresponsablemente", "a como dé lugar", etc. Y a trancas y barrancas significa "con grandes dificultades", "a duras penas", "tropezando aquí y allá", etc.

Nos encontramos, seguidamente, con la exclamación ¡ah! La "a" seguida de la "h", y ambas encerradas entre signos de admiración. Es efectivamente una interjección que puede significar varias cosas, según el contexto en que se encuentre. Significa, por ejemplo, nostalgia, en frases como esta: ¡Ah! ¡Y cómo extraño mi tierra! También puede significar desdén, desprecio: ¡Ah! ¡Qué tipo más desagradable! O sorpresa: ¡Ah! ¿Qué ha sido eso?

También, en varias regiones de América, y, por supuesto, en el Ecuador, se la utiliza como respuesta. Alguien llama: ¡Fulanito! Y este responde: ¡Ah! (equivalente a: "Sí", "Mande", "Diga").

Dibujo de: Ami Plasse, tomada del blog Ami Underground

Texto tomado de: Gazapos y tropezones Diario hoy.com.ec

Quito, Ecuador