Gazapos y tropezones
Manuel Corrales Pascual
De la Academia de la Lengua
En una entrega anterior, me referí a la significación principal del vocablo compadre. En resumen, compadre es, respecto del papá de una criatura, el padrino bautismal de esta.
Pero existe una segunda acepción, no menos importante ni menos antigua. El Diccionario de Autoridades (1726) la acoge con estas palabras: "Llama así en Andalucía y otras partes la gente vulgar a sus amigos: y suele ser modo de saludarse, cuando se encuentran en los caminos y las posadas unos con otros".
Compadres famosos en la literatura hispánica son, por ejemplo, el cura y el barbero de aquel lugar de la Mancha, patria de Don Quijote. El cura se llamaba Pero (Pedro) Pérez, según el testimonio de la propia ama de Don Quijote, que leemos en el capítulo 5 de la primera parte: "¿Qué le parece a vuestra merced, señor licenciado Pero Pérez -que así se llamaba el cura-, de la desgracia de mi señor?". Notemos que le da el título de licenciado, y es que, según se nos dice en el primer capítulo de esa misma primera parte, "era hombre docto, graduado en Sigüenza". El barbero era maese Nicolás, según leemos en el capítulo primero: "Mas maese Nicolás, barbero del mesmo pueblo, decía que ninguno [de aquellos caballeros andantes] llegaba al Caballero del Febo". Se recalca, en efecto, que su nombre era Nicolás, en el capítulo quinto: lo que hizo el cura fue "llamar a su amigo el barbero maese Nicolás, con el cual se vino a casa de don Quijote".
Ambos eran amigos, es decir, compadres, y con tal título se tratan un total de ocho veces en la primera parte del Quijote. A todas las encontramos en el capítulo 6. Y en el capítulo 7, el cura le dice a Don Quijote: "Calle vuestra merced, señor compadre"
Dibujo de: Wally Torta, tomada del blog Crack Skull Bob
Texto tomado de: Gazapos y tropezones Diario hoy.com.ec
Quito, Ecuador
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