miércoles, 3 de noviembre de 2010

¿Cómo se pronuncia el vocablo “urea”?


La Esquina del Idioma
Piedad Villavicencio Bellolio

Consulta: En los últimos días he escuchado por la radio y televisión la palabra “urea” leída como si fuese  esdrújula;  pero en los diarios está escrita sin acento. En los diccionarios, efectivamente, consta sin acento. ¿Cuál es la razón para que se la lea como esdrújula, si la regla dice que estas voces llevan acento ortográfico? (Angélica Sánchez).

Respuesta: El vocablo “urea” se debe pronunciar como palabra grave o llana [u-ré-a]. 

La forma esdrújula se considera incorrecta [ú-re-a]. 

Para determinar por qué no se debe aplicar la tilde, hay que considerar lo siguiente:

1) No llevan acento ortográfico las palabras graves que terminan en vocal o en las consonantes -n o -s. 

2) En la segunda sílaba hay un hiato que es lo que imprime en el vocablo la categoría de palabra grave; pues hiato es el encuentro de dos vocales que se articulan en sílabas diferentes. Una de estas vocales siempre tiene acentuación, la que puede ser gráfica (tilde) o prosódica (relieve en la pronunciación). Las palabras que tienen un hiato que está compuesto por dos vocales iguales (cerradas o abiertas) o por dos vocales abiertas distintas, deben cumplir con las normas generales de acentuación; en este último caso entra “urea”. 

Frases de doble negación
Consulta: ¿Cuál es la frase correcta?, ¿“no tengo nada que hacer” o “no tengo algo que hacer”? ¿Si uso el “no” y el “nada” no estaría contradiciéndome? (Xavier Merino).

Respuesta: Aunque es mejor el empleo de frases directas y  concisas, en las normas del idioma español se admite el uso de circunloquios con dos o más elementos negativos para poner énfasis en el mensaje.

La oración “no tengo nada que hacer” está bien construida y emite un juicio enérgico, frente a “nada que hacer tengo”, que transmite la misma idea, pero con menos contundencia.

En ese ejemplo, los adverbios de negación “no” y “nada” no introducen un matiz de contradicción o redundancia en la oración, todo lo contrario: la refuerzan. 

Sintaxis 
Es obligado el uso de la doble negación cuando después del verbo se aplica un adverbio de negación, como en “no tengo (verbo) nada (adverbio) que hacer”; pero no se emplea la doble negación cuando el adverbio precede al verbo: “nada (adverbio) que hacer (verbo) tengo”. 

No tengo algo que hacer 
“Algo” es pronombre indefinido neutro; también, adverbio de cantidad. En el primer uso, con él se designa lo que no se desea o puede mencionar: Siento algo extraño cuando escucho esa canción. En el segundo caso, se aplica con el significado de ‘un poco, hasta cierto punto’: Todavía tengo algo de dinero en la caja fuerte. Pero así como usted ha planteado la oración, el adverbio “algo” no encaja o le falta contexto. Una construcción alternativa podría ser: Me deprimo cuando no tengo algo que hacer. En este ejemplo, nótese que “algo” es adverbio de cantidad, no de negación.

Fuentes: Dicc. de la Lengua Española, de la Real Academia Española (RAE); Dicc. panhispánico de dudas, de la RAE y la Asoc. de Acad. de la Leng. Esp.; Gramática de la Lengua Española, de la RAE.

Pintura de: Karin Jurick, tomada del blog A Painting Today 
Texto tomado de: La Esquina del Idioma Diario eluniverso.com 

Guayaquil, Ecuador

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