¿Se despierta cansado, débil para asumir el trabajo u organizar sus proyectos?, ¿siente que ha perdido fuerza? Su vitalidad y fuerza de voluntad están bajas. Usted es como un auto sin batería. No importa cuán inteligente o entusiasta sea, cuando esos elementos se agotan, incluso personas exitosas fallan. Un factor para sostener el control y conseguir los propósitos es mantener la vitalidad, así puede resolver problemas y tomar decisiones efectivas. Para lograrlo no necesita ropa especial ni postura mística. Basta con hallar el momento justo y dejarse llevar por estas sugerencias:
Coma de manera consciente
Cierre la puerta de la oficina o busque un lugar donde pueda almorzar sin interrupciones. Coma lento, solo lo que el estómago requiera y disfrute cada sabor. Beba agua o té. Respire. Esta es una variación abreviada de la meditación para las comidas.
Camine en un parque
Hágalo despacio y por donde haya árboles y flores. Respire, relaje el cuerpo y disfrute con sus ojos de las flores, los árboles y el cielo. Tome conciencia de sus pies, sienta el piso sobre el que camina. Siéntese unos minutos o recuéstese contra un árbol. Respire, deje que el cuerpo libere tensiones.
Sentarse
En la oficina acomódese 5 minutos en una silla o en el piso. Asegúrese de que la ropa no le apriete. Siéntese con la espalda relativamente recta. Cierre los ojos y respire. Concéntrese en su interior, observe la respiración. Esta actividad disminuye la actividad de las glándulas suprarrenales y reduce la presión arterial. Alivia el cansancio y renueva la reserva de energía del organismo.
Escuchar música
Escuche música suave, sentada en un sillón. Se sugieren canciones con ritmos similares a la respiración, al sonido de una cascada, un río, el latir del corazón, como la de valse. Respire. Cierre los ojos y piense que la música llega en círculos, sienta cómo el sonido lo envuelve. Llévelo a lo profundo de su centro, dos centímetros debajo del ombligo. En ese centro todo es silencio, paz y calma.
Ponerse en posición horizontal
Acuéstese en un sofá o el piso. Cierre los ojos, respire. Deje ir el cuerpo. Descargue la tensión hacia el piso o el sofá. Tome conciencia de cada parte del cuerpo. Comenzar en el centro, dos centímetros abajo del ombligo, relaje las piernas y todo el cuerpo, visualice el corazón como un punto de luz que se agranda a medida que respira. Retorne al centro y termine con el punto del corazón. Respire y abra sus ojos.
Cocine con todos los sentidos
Escuche música suave. Mejor no hable a la hora de preparar los alimentos. Respire pausado para mantener la armonía. Tome conciencia de lo que hace. Si está disgustada déjelo y hágalo cuando se calme y haya practicado 5 minutos de respiración.
Modelo: Melina Luque de Baratau.
Texto tomado de Semana Holística: http://www.expreso.ec
Vivimos apurados por la urgencia, pero se pueden combinar acciones. Al menos así hago yo. Muy buen post. felicitaciones. Un abrazo
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