«San» es el apócope de «santo» y precede a los nombres propios masculinos de las personas que, según la Iglesia católica, han sido canonizadas por atribuírseles milagros y comportamientos virtuosos. Ejemplos: san Antonio, san Francisco, san Martín de Porres.
Se usa «santo» en vez de «san» ante los nombres que empiezan con las sílabas to-y do-: santo Tomás de Aquino, santo Toribio, santo Domingo.
SANTA NO TIENE APÓCOPE
La palabra «santa» solo puede usarse con género femenino, por lo tanto, el nombre de pila de una mujer que ha sido canonizada jamás va a estar antecedido por la forma «san».
COMBINACIONES ESPECIALES
Estos nombres suelen tener combinaciones que causan dudas de escritura, como «santo hermano Miguel» y «san hermano Miguel», pues no se tiene claro cuál es la variante que debe usarse.
Aunque no hay normas específicas para escribir estas denominaciones, se podrían analizar sus componentes para identificar qué forma suena más coherente o se ajusta a las reglas de la lengua española.
Al hacer este ejercicio, se determinará que la grafía «santo hermano Miguel» cumple los requisitos exigidos, pues entre «san hermano» y «santo hermano», estos últimos términos son los que tienen armonía y cohesión.
ESCRITURA CON INICIAL MINÚSCULA O MAYÚSCULA
Las palabras san, santo y santa son fórmulas de tratamiento y por su característica de nombres comunes deben escribirse en minúscula, ya sea que precedan al nombre propio o se usen sin él: El altar de san José; La oración a santo Tomás; La ermita de santa Narcisa de Jesús; Eleva oraciones a los santos...
La mayúscula inicial se justifica cuando estos nombres forman parte de expresiones denominativas o se escriben en abreviaturas: Visitó la iglesia de San Vicente, Sto. Tomás, S. Luis, Sta. Narcisa de Jesús.
¿Hawái será el 15avo. o el 15.° país...?
La primera no es correcta, pues transmite división, no orden. En cambio, «Hawái será el 15.° país» es una estructura apropiada y equivale a decir «...será el décimo quinto o decimoquinto país...» (denota orden o secuencia).
Las terminaciones -avo y -ava se usan para construir numerales cardinales que indican en cuántas partes iguales se divide la unidad: La octava parte.
FUENTES:
Diccionario de la lengua española (2001), Diccionario panhispánico de dudas(2005), Nueva gramática de la lengua española (2009) y Ortografía de la lengua española (2010), de la Real Academia Española y la Asociación de Academias de la Lengua Española.
Diccionario de la lengua española (2001), Diccionario panhispánico de dudas(2005), Nueva gramática de la lengua española (2009) y Ortografía de la lengua española (2010), de la Real Academia Española y la Asociación de Academias de la Lengua Española.
Dibujo de: Stephen Gardner, tomada del blog SKETCH OF THE DAY
Texto tomado de: La Esquina del Idioma
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