jueves, 22 de abril de 2010

Conciencia, la clave en el Día de la Tierra

En zonas protegidas, como Cerro Blanco, se realizaron jornadas de reforestación para ayudar a recuperar el ecosistema.
Crear conciencia ecológica que mueva a las personas a participar en actividades en beneficio del planeta y aprovechar estos recursos son las acciones que recomiendan biólogos y activistas ecológicos para la conservación del ambiente, cuando se celebran hoy 40 años del Día Mundial de la Tierra, proclamado por el ambientalista y senador estadounidense Gaylord Nelson en 1970.

Una langosta de campo.
Por ejemplo, en espacios verdes como el Jardín Botánico de Guayaquil, de 5 hectáreas, zona ubicada dentro de los linderos del bosque protector Cerro Colorado (324 hectáreas), se intenta que los visitantes se conciencien a través de charlas de educación en la que se explica la importancia del ecosistema de la costa y cómo protegerlo.

También se enseña la función que cumplen los remanentes de bosque seco, de los que solo resta un 20% en el país, y las interacciones entre las plantas, animales y el hombre.

Un lirio acuático.
Marcia Sánchez, bióloga que trabaja en proyectos de capacitación medioambiental, enfatiza que este es solo uno de los pasos para educar a la ciudadanía, pero resalta que antes de reforestar áreas verdes en Guayaquil o emprender campañas de reciclaje se debe crear una cultura ambiental.

Sánchez asegura que de nada sirve limpiar o reforestar un área si después nuevamente se la ensuciará o se talarán los árboles, de ahí que recomienda proyectos ambientales que involucren al sector educativo.

Un mono chichico descansa sobre la rama de un árbol.
Y son precisamente este tipo de iniciativas las que se desarrollan en escuelas como la Nahim Isaías, que en noviembre pasado trabajó con 30 estudiantes de quinto año de básica en la siembra de un huerto orgánico con plantas de ciclo corto en un área que antes era un botadero de basura, el que se prevé sembrar nuevamente este año.

En este tipo de acciones también participó la escuela particular García Moreno, a través del programa de manejo de desechos que se efectúa desde hace seis años, en la plaza Rodolfo Baquerizo, en la que menores elaboran monumentos con material reciclado en el taller de manualidades Juguemos a Reciclar.

Una araña tigre.
Para el biólogo Jaime Salas, quien es profesor en este centro educativo y ha desarrollado estudios sobre los efectos de las perturbaciones del medio ambiente en los mamíferos, esta es una manera que los menores se involucren en la conservación del medio ambiente.

Otra forma de contribuir al cuidado del planeta es una de las actividades que se hacen en el bosque protector Cerro Blanco. El ingeniero forestal Eric Horstman desde hace 13 años dirige los trabajos de reforestación de esta área. Este año se sembraron 75.000 árboles de 20 especies.

Agustín Cox, guía del bosque protector Cerro Blanco, siembra árboles, como parte de uno de los proyectos que se efectúan en la fundación Cerro Blanco desde hace diez años.
El plan de nidificación de los papagayos de Guayaquil es otro de los programas que desarrollará este centro en mayo.

Si bien hay iniciativas para proteger áreas verdes otras como el Parque Puerto Hondo, en cambio, preocupa que el club ecológico no cuente con recursos para concienciar a los visitantes (en feriado son 5.000) para que no boten basura en los alrededores del estero Salado y de la reserva.

Texto tomado de: Diario eluniverso.com

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