Mostrando entradas con la etiqueta Gazapos y tropezones. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Gazapos y tropezones. Mostrar todas las entradas

sábado, 19 de abril de 2014

Peculiaridades

Gazapos y tropezones
Manuel Corrales Pascual
de la Academia Ecuatoriana de la Lengua
Vengo  entreteniéndome desde hace varias semanas con los interrogativos y exclamativos qué, cuál, quién, cómo, cuán, cuánto, cuándo, dónde y adónde.   Y algún lector me propondrá este caso: ¿Que no sabes quién es Pepe?, pues ahora mismo te lo cuento.

Observemos la frase: comienza con un signo de interrogación —porque se trata evidentemente de una oración interrogativa— seguido de un QUE sin tilde. ¿Qué pasa aquí?

La Ortografía académica nos responde: "No siempre una estructura interrogativa o exclamativa directa escrita entre signos de interrogación o exclamación va introducida por un interrogativo o un exclamativo tónicos. Hay veces que estas estructuras están encabezadas por conjunciones o por relativos átonos, que, precisamente por su condición de palabras átonas, se escriben sin tilde".

Se trata, evidentemente, de una oración interrogativa, pero no introducida por un interrogativo TÓNICO; sino por un vocablo átono que, como tal, no lleva tilde. Al ejemplo anterior, la Ortografía académica añade los siguientes:

¿A que es genial?

¡Que paséis unas buenas vacaciones!

¿Quien lo atropelló se dio a la fuga?, no puedo creerlo.

¡Hasta cuando quieras! Me ha encantado verte.

¡Como si fuera tan fácil!

—Lo encontré en esa librería. —¿Donde dijo el profesor?

Y nos invita (la Ortografía académica) a que comparemos estos enunciados interrogativos, para percibir la diferencia entre formas tónicas (con tilde) y formas átonas (sin tilde):

¿Qué quiere el niño? ¿Que se lo den todo resuelto?

¿A qué se debe tu malestar? ¿A que cada día trabajas más?

¿Dónde vamos a comer? ¿Donde comiste el otro día con tu jefe?

El profesor —si de clase de lengua se trata— podrá entretenerse con sus pupilos en observar cuidadosamente los ejemplos que acabo de citar.
Dibujo de: martin etienne, tomada del blog 
jours chômés
Texto tomado de: Gazapos y tropezones Diario hoy.com.ec
Quito, Ecuador

sábado, 1 de febrero de 2014

Algunos ejemplitos

Gazapos y tropezones
Manuel Corrales Pascual
de la Academia Ecuatoriana de la Lengua
Cuando propongo respuesta a las cuestiones gramaticales y ortográficas, pienso siempre lo bueno que es citar fragmentos de autores literarios del mundo hispanohablante. El excelente uso que ellos hacen de los recursos lingüísticos nos puede ayudar mucho a mejorar nuestro decir y nuestro escribir.

Tratando de oraciones interrogativas y exclamativas indirectas, veamos cómo las construyen varios de estos autores. Todos los ejemplos los he tomado, obviamente, de la nueva Ortografía académica.

El mexicano Carlos Fuentes, fallecido no hace mucho, en su obra En esto creo (Barcelona, 2002), escribe esta frase: «Hay que preguntarse qué hemos hecho de nuestra libertad rebelde».

En la novela La fiesta del chivo, una de sus más recientes novelas (Madrid, 2002), el nobel peruano Mario Vargas Llosa escribe: «Ahora entiendo para qué me citó Román en el cuartel General del Ejército».

«El pañero debía entrar a revisar sus objetos personales para decidir cuáles llevaba». Frase tomada de la novela Temporada de ángeles del cubano Lisandro Otero (Barcelona, 1986).

En el texto Santa Evita (Barcelona, 1995), del argentino Tomás Eloy Martínez, leemos: «Yo sé quién es usted y desde dónde viene, señora».

Del español Julio Llamazares, en su novela El río del olvido (Barcelona, 1995), es esta cita: «Venga usted en invierno y verá qué frío».

Y ahora, cita de un autor chileno: «Max comprendió cuán breve era su estirpe» (Gonzalo Contreras, El nadador, Santiago de Chile, 1995).

No podíamos dejar de citar algo del gran García Márquez: «Me di cuenta de cuánto lo quería» (Vivir para contarla, Barcelona, 2002).

Y termino esta breve lista de citas ejemplares con un texto de la española Almudena Grandes en su obra Los aires difíciles (Barcelona, 2002): «Recordó a tiempo cómo había echado de menos a los niños».
Dibujo de: martin etienne, tomada del blog 
jours chômés
Texto tomado de: Gazapos y tropezones Diario hoy.com.ec
Quito, Ecuador

martes, 14 de enero de 2014

No sé dónde

Gazapos y tropezones
Manuel Corrales Pascual
de la Academia Ecuatoriana de la Lengua
En la entrega  anterior dije algo sobre las oraciones interrogativas INDIRECTAS  (y también, por ser parte de lo mismo, de las EXCLAMATIVAS INDIRECTAS).             Ahora me entretendré en ver si los vocablos (qué, cuál, quién, cómo, cuán, cuánto, cuándo, dónde y adónde) llevan o no llevan tilde en tales oraciones interrogativas o exclamativas indirectas.


La respuesta es sí,  sí llevan tilde en tales oraciones. Veamos los ejemplos que la misma Ortografía académica nos propone: Preguntó qué tenía que hacer para ir al centro. Aún no ha decidido con quién asociarse. Dime cuánto vas a tardar. Me preocupa cómo encontrar financiación. Se van de vacaciones, pero no saben dónde.

Una información adicional nos da la Ortografía académica. Me parece importante  citarla textualmente. Está en el epígrafe 3.4.3.2.1.1.1. (p. 249), y dice así: "Como se ve por los ejemplos, se consideran interrogativas indirectas no solo las oraciones subordinadas que se corresponderían con una pregunta real en estilo directo, como la que aparece en el enunciado (Preguntó qué tenía que hacer para ir al centro), sino también aquellas en las que, sin implicar una pregunta directa, el interrogativo representa la existencia de una incógnita o una incertidumbre (referida a persona, lugar, cosa, etc.)".

Veamos ahora unos ejemplos de exclamativas indirectas: Mira qué fácil. Hay que ver cuánto has crecido. Es indignante cómo lo tratan.

También aquí es importante citar lo que nos dice la Ortografía académica en el mismo epígrafe: "Las interrogativas y exclamativas indirectas no se pronuncian con la entonación específicamente interrogativa o exclamativa de las directas, ni se escriben tampoco entre signos de interrogación o exclamación; no obstante, las palabras que las introducen (aparte de la conjunción si, que es átona) son siempre interrogativos y exclamativos tónicos, que deben escribirse con tilde".


Dibujo de: martin etienne, tomada del blog 
jours chômés


Texto tomado de: Gazapos y tropezones Diario hoy.com.ec

Quito, Ecuador

sábado, 14 de diciembre de 2013

Interrogativas Indirectas

Gazapos y tropezones
Manuel Corrales Pascual
de la Academia Ecuatoriana de la Lengua
¿Qué es una  oración gramatical interrogativa indirecta? Como sabemos —y la gramática nos lo ha dicho desde siempre— las oraciones interrogativas son aquellas que expresan una pregunta: "¿Cómo te llamas?" "¿Quién ha venido?" "¿Dónde viven estos señores?" También sabemos que las oraciones interrogativas son de dos tipos: DIRECTAS e INDIRECTAS.

Interrogativas directas son las que hemos transcrito arriba a modo de ejemplo. Como bien nos dice la Nueva gramática de la lengua española manual (42.3.1., p. 803), "Las interrogativas directas, cuya entonación presenta numerosas particularidades, se usan para solicitar información: ¿Qué hora es? ¿Funciona este teléfono?"

Interrogativas indirectas son oraciones como las siguientes (ejemplos extraídos de la Nueva gramática citada (43.3.1., p. 829): Pregúntale si quiere venir con nosotros, No sé qué hacer, Depende de con quién tengamos que ir, Averiguaremos quién envió la carta, Está pendiente de a qué hora empieza el partido.

Si observamos con un poco de atención estas frases, veremos que en cada una de ellas no hay una oración, sino dos. Y hay dos porque hay en cada una de ellas dos verbos. La segunda oración depende de la primera.

Los entendidos la llaman oración subordinada sustantiva, porque equivale a un sustantivo, a un nombre.

Veámoslo en los mismos ejemplos citados, sustituyendo la oración interrogativa por un nombre: (1) Pregúntale tal cosa, (2) No sé nada, (3) Averiguaremos este asunto, (4) Está pendiente de tu respuesta. Las interrogativas indirectas pueden ser TOTALES o PARCIALES. Totales son las que comienzan con la conjunción interrogativa SI: No sé SI sucedió.

Parciales son las que comienzan con los interrogativos quién, qué, cuál, cuánto (o sus variantes de género y número), cómo, dónde, adónde, cuánto, cuándo.
Dibujo de: martin etienne, tomada del blog 
jours chômés
Texto tomado de: Gazapos y tropezones Diario hoy.com.ec
Quito, Ecuador

jueves, 28 de noviembre de 2013

¿Qué? ¿Cuál? …

Gazapos y tropezones
Manuel Corrales Pascual
de la Academia Ecuatoriana de la Lengua
Nos dice  la Ortografía académica que "Las palabras qué, cuál/es, quién/es, cómo, cuán, cuánto/a/os/as, cuándo, dónde y adónde son siempre tónicas y se escriben CON TILDE —las capitales son mías— cuando pertenecen a la clase de los interrogativos y exclamativos, llamados así por su capacidad de encabezar estructuras de sentido interrogativo o exclamativo, en las que aluden al valor de una incógnita que puede referirse a cosas (qué, cuál), personas (quién, cuál, qué), lugares (dónde, adónde), maneras (cómo), tiempos (cuándo) o cantidades (cuán, cuánto)" (ver epígrafe 3.4.3.2.1.1., p. 246).

Y añade: "Los interrogativos y exclamativos pueden aparecer en tres tipos de contextos o situaciones: encabezando estructuras interrogativas y exclamativas directas o indirectas…, sustantivados mediante un determinante…, y en algunas locuciones o expresiones".

Veamos esto en los siguientes ejemplos que la misma Ortografía académica nos propone:

¿Qué llevaba en la maleta?

¡Qué calor!  

¿Cuál te gusta más? 

¿Quién te ha hecho eso? 

¡Quién pudiera volver a ser joven!  

¿Cómo lo has hecho?  

¡Cómo te agradezco que hayas venido! 

¿Cuán firme es tu determinación?  

¡Cuán diferentes son entre sí!  ¿Cuántos hermanos tiene?

¡Cuánta miseria! 

¿Cuándo se termina el plazo?

¡Cuándo se ha visto cosa igual!

Se pasó la tarde repitiendo: «¡Qué pena más grande!».   

Ya sé qué estuviste en París, pero ¿cuándo fue? 

Como vemos, se trata de frases interrogativas o exclamativas. Los signos de interrogación (¿?) o de exclamación (¡!) nos lo están indicando. Y se trata de oraciones interrogativas o exclamativas DIRECTAS porque, al pronunciarlas, les damos la entonación interrogativa o exclamativa. Y al escribirlas las ponemos entre los correspondientes signos ortográficos.
Dibujo de: martin etienne, tomada del blog 
jours chômés
Texto tomado de: Gazapos y tropezones Diario hoy.com.ec
Quito, Ecuador

domingo, 24 de noviembre de 2013

Tilde Diacrítica

Gazapos y tropezones
Manuel Corrales Pascual
de la Academia Ecuatoriana de la Lengua
Algún amable  lector se ha entretenido, según me cuenta, leyendo algunos capítulos de la nueva Ortografía de las academias. Y en su lectura se ha encontrado con la expresión TILDE DIACRÍTICA y me pregunta qué significa la palabra "diacrítica".

Ya he dicho en alguna ocasión que este asunto de las tildes, si bien no es difícil ni complicado en español, es en cambio el cuento de nunca acabar. La razón: las abundantes ocasiones en que nos quedamos perplejos ante una palabra y nos preguntamos: "¿le pongo tilde o no le pongo tilde?"

El Diccionario académico nos dice que el término "diacrítico(a)" se refiere a los signos ortográficos, y "sirve para dar a una letra o a una palabra algún valor distintivo. Y nos propone este ejemplo: "El adverbio MÁS lleva acento diacrítico frente a la conjunción MAS".

Nos enfrentamos en español con una serie de palabras que en unos casos llevan tilde y en otros casos, no. Comencemos a entretenernos con ellas. 

Se trata, por ejemplo, de las palabras qué, cuál, quién, cómo, cuán, cuánto, cuándo, dónde y adónde.

Como vemos, todas tienen tilde. Pero ocurre que también pueden aparecer sin tilde.

Nos dice la Ortografía académica en el epígrafe 3.4.3.2. (p. 245 y ss): "Las palabras tónicas qué, cuál, quién, cómo, cuán, cuánto, cuándo, dónde y adónde (y las formas de plural y de femenino que poseen algunas de ellas: cuáles, quiénes, cuánta(s), cuánto(s) se escriben con tilde diacrítica para diferenciarlas de sus homónimas átonas que, cual, quien, como, cuan, cuanto, cuando, donde y adonde (asimismo con sus femeninos y plurales: cuales, quienes, cuanta(s), cuantos)".

Nos dice líneas más adelante la Ortografía académica que estas palabras se tildan cuando forman parte de una oración INTERROGATIVA o EXCLAMATIVA. Veremos esto en la próxima entrega.
Dibujo de: martin etienne, tomada del blog 
jours chômés
Texto tomado de: Gazapos y tropezones Diario hoy.com.ec
Quito, Ecuador

domingo, 10 de noviembre de 2013

QUE y QUÉ

Gazapos y tropezones
Manuel Corrales Pascual
de la Academia Ecuatoriana de la Lengua
¿Por qué  el pronombre relativo “que” unas veces se tilda y otras no? Y lo mismo podemos preguntar de los pronombres CUAL, QUIEN, CUANTO, y de los adverbios COMO, CUAN, CUANDO, DONDE y ADONDE.

Veamos la diferencia entre estas dos oraciones: (1) la persona QUE actúa con solidaridad merece nuestra admiración. (2) ¿QUÉ personas merecen nuestra admiración? Como vemos, la primera oración es enunciativa, y la segunda, interrogativa.

Pues ya tenemos la clave para responder a la pregunta planteada: las palabras QUÉ, CUÁL/ES, QUIÉN/ES, CÓMO, CUÁN, CUANTO/A/OS/AS, CUÁNDO, DÓNDE y ADÓNDE, cuando forman parte de una oración INTERROGATIVA son tónicas y llevan tilde.

También son tónicas y consiguientemente llevan tilde, cuando forman parte de una oración exclamativa.

Nos dicen los académicos que tales palabras, por sí solas o precedidas de alguna preposición, introducen oraciones interrogativas o exclamativas directas como las siguientes:

¿Qué ha dicho? ¡Con qué seriedad trabaja! ¿Con cuál se queda usted? ¿De quién es esto? ¡Cómo ha crecido este niño! ¡Cuán bello es este paisaje! ¿Cuántos han venido? ¿Hasta cuándo se quedan en Quito? ¿Adónde quieres ir?

Pero también introducen oraciones interrogativas o exclamativas indirectas, como en los siguientes ejemplos:    Ya verás qué bien lo pasamos. Le explicó cuáles eran sus razones. No sé quién va a venir. No te imaginas cómo ha cambiado todo. La nota indica cuándo tienen que volver. Voy a preguntar por dónde se va al castillo.

Y … todavía más: pueden funcionar como nombres en oraciones como estas: En este trabajo lo importante no es el qué, sino el cuánto.

Ahora queda decidir el cómo y el cuándo de la intervención.

Aún quedan por evocar algunas peculiaridades ortográficas de estas palabras. Las trataremos en próxima entrega.
Dibujo de: Ramesh Jhawar, tomada del blog 
Ramesh Jhawar
Texto tomado de: Gazapos y tropezones Diario hoy.com.ec
Quito, Ecuador
Blog Widget by LinkWithin