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lunes, 4 de febrero de 2013

Apellido Mariscal


Por Ezio Garay Arellano 


Apellido Mariscal
ARMAS: Escudo en Campo de sinople, dos fajas de oro (Archivo de María José Garay Contreras). Linaje vasco de Álava, desde donde se extendió por toda la Península.
Apellido muy antiguo en esta ciudad, nuestros archivos registran a:

I.-Capitán Juan de Mariscal (Villa de la Rambla, Andalucía, España), alcalde ordinario del Cabildo; casado con Ana Ponce de León Díaz Bravo y de Castro, descendiente de los primeros pobladores de Guayaquil; padres de:

II.-Capitán Juan de Mariscal y Ponce de León (Guayaquil), testó el 19.VI.1706; maestre de campo de la milicias de este partido, procurador general y mayordomo (1690), regidor (1693), alférez real (1695), notario y alguacil mayor del Santo Oficio de la Inquisición (1695), mayordomo del Hospital de la ciudad (1696); casado en Guayaquil el 2.VI.1689 con dote con Violante Suárez Cabeza de Vaca y Ramírez del Campo; sus hijos: Mariscal y Suárez: 1.-Ignacio Xavier, que sigue en III. 2.-Capitán José. 3.-Ana Rosa Antonia (Guayaquil 14.IX.1698); casada con el capitán Fernando Nieto de Camuñas y Urdanegui (Guayaquil), con larga descendencia. 4.-Nicolás (Guayaquil 20.IV.1701).

III.-Ignacio Xavier de Mariscal y Suárez, capitán de milicias, procurador general, alcalde ordinario, regidor del Cabildo de Guayaquil; casado con Teresa Manuela de Enderica y Urtarte; sus hijos: Mariscal y Enderica: 1.-Ana Teresa Ramona (Guayaquil 19.IV.1733); casada en Baba con Valentín Rodríguez Plaza y de Ayala (Baba). 2.-Juan Agustín Ignacio (Guayaquil 8.VIII.1735). 3.-Ignacio Miguel (Guayaquil 14.XI.1737). 4.-María Ignacia (Guayaquil 1740-23.VI.1807); casada con el alférez real Joaquín de Pareja y Troya (Baba), con lucida descendencia representada en la familia Pareja de Guayaquil.

Otro tronco familiar lo constituyó: 
I.-Diego de Mariscal; casado con Ana de Lascano; conocemos a su hija: 1.-Pascuala de Mariscal y Lascano (Guayaquil 20.VI.1698).
Conocemos un homónimo del anterior, venido de la ciudad de Santa Ana de los Cuatro Ríos de Cuenca:

I.-Diego de Mariscal; casado con Ana de Morales, naturales de la ciudad de Cuenca; padres de:

II.-Juan de Mariscal y Morales (Cuenca), se estableció en Guayaquil donde otorgó testamento el 13.IV.1744 ante el escribano José de Casanova; casado con Feliciana de Vera; sus hijos: Mariscal y Vera: 1.-Juan Matías. 2.-Francisco José. 3.-María, y 4.-Justo de la Cruz.

Asimismo, tenemos la familia que procreó:
I.-Tomás de Mariscal (Guayaquil 1735-17.VII.1794), vecino de Yaguachi (1772), teniente pedáneo de Ñauza (1783); casado con María Manuela Núñez y Espinosa de los Monteros; sus hijos: Mariscal y Núñez: 1.-Manuel, que continúa en II. 2.-María Francisca (Guayaquil 23.XII.1767). 3.-José Felipe (Guayaquil 31.VI.1778). 4.-Petra; que madre de: 4.1.-Antonia Miró y Mariscal; casada Manuel Morán de Butrón y del Castillo, con sucesión.

II.-Manuel de Mariscal y Núñez; casado dos veces: 1º con Bernabela Herrera; 2º con Dolores Iglesias; hijos de la primera Mariscal y Herrera: 1.-Mercedes (Guayaquil 17.V.1813); casada con su primo hermano Antonio A. Franco y Herrera. 2.-Manuel, que sigue en III.

III.-Manuel Mariscal y Herrera (Guayaquil 1815-6.VIII.1890); casado con Magdalena del Puerto e Iglesias; enlazó con Casimira Martínez; sus hijos: 1.-María del Carmen Mariscal y Martínez; casada con Mateo Feraud y Bodero, con hijos. 2.-Juan Francisco Mariscal y Martínez; enlazó con Magdalena Saona; con una hija. 3.-Francisco Sebastián Mariscal del Puerto, que continúa en IV.

IV.-Francisco Sebastián Mariscal del Puerto (Guayaquil 17.III.1845); casado Cruz Tama y Bodero; enlazó con Mercedes Alegría y Feraud; con descendencia: En 1ª generación: Mariscal Tama, Mariscal Alegría. En 2ª generación: Lascano Mariscal; y demás descendientes de estas apreciadas familias guayaquileñas.

V.-Enrique Esteban Mariscal Tama (Guayaquil); casado dos veces: 1º con Sra. Molina; 2º con Luz María Meza Macías; con descendencia: En 2ª generación: hijas de la primera: 1.- Bertha Mariscal Molina. 2.- Matilde Mariscal Molina. 3.- Eva Mariscal Molina.  Hijos de Luz María Meza Macías: 1.- Julio Enrique Mariscal Meza. 2.- Greta Ruth Mariscal Meza. 3.- Dora Luz Mariscal Meza. 4.- Iddo Enrique Mariscal Meza. 5.- Eduardo Esteban  Mariscal Meza.

Agregado por: Luis Enrique Cajamarca Mariscal
Apellido Mariscal en Ecuador

miércoles, 19 de mayo de 2010

39 tortugas repatriadas en Galápagos

Foto: DPNG
Redacción Sociedad
CONSERVACIÓN |
Un grupo de 39 tortugas híbridas fue puesto en libertad en la isla Pinta, tras vivir en cautiverio por más de 40 años.

El objetivo es que se alimenten con el forraje que cubre a la isla y así lograr una restauración ecológica de la misma.

Desde el domingo 16, una cuadrilla de 30 guardaparques inició el embarque de las tortugas en la lancha oceánica Sierra Negra para el traslado. Antes el personal cumplió el proceso de cuarentena para poder permanecer en Pinta, una isla de protección absoluta.

Luego de nueve horas de viaje, las tortugas, una a una, fueron desembarcadas en Puerto Posada, una playa de arena amarilla.

Desde allí se inició el recorrido para soltarlas en la parte alta de la isla. Los quelonios fueron llevados en postas de dos guardaparques, cada cierta distancia.

Esta tarea durará cuatro días. Después y durante dos meses, cuatro estudiantes de la Universidad de Sunny, de Estados Unidos, monitorearán los movimientos, uso del hábitat y adaptación de las tortugas a este medio.

Durante la liberación de estos ejemplares, la ministra del Ambiente, Marcela Aguiñaga, dijo: “Dejar en libertad estas tortugas es un hecho histórico y de remembranza para la ciencia ecuatoriana, reflejo del trabajo con ahínco del Parque Nacional Galápagos por más de 50 años”.

Agregó que es un ejemplo del apoyo del Gobierno ecuatoriano a las iniciativas de conservación.

De acuerdo con un comunicado del Parque Nacional Galápagos, Pinta recibió a las tortugas en un buen estado de conservación.

En el 2003 se erradicaron las cabras, una de las especies introducidas que afectó a la flora y fauna local. Eso hizo que la vegetación originaria creciera rápidamente.

Texto tomado de: Diario El Comercio

jueves, 13 de mayo de 2010

Las lecciones de un ángel llamado Jerónimo

Redacción Semana - semana@granasa.com.ec

La obra Jerónimo. Se ha publicado en inglés, portugués, chino y lenguaje braile, y sirve de texto en las escuelas de Nueva York.

"Te sé especial... admito que al saberlo, el primer día, el segundo, talvez el tercero, el desconsuelo me tenía con los ojos enrojecidos y las manos crispadas...", sentencia un párrafo del libro "Jerónimo" que escribió la ex vicepresidenta de la República, Rosalía Arteaga Serrano, como homenaje a su mejor maestro, su hijo especial. Aquel que le enseñó esa materia que no se incluye en el pénsum de ninguna universidad del mundo: amor por la vida.

"Presentía que algo maravilloso aprendería de ese ser que crecía en mi vientre, lo esperaba con ansias", recuerda esta madre que, como muchas del país donde 1 de cada 500 niños nace con síndrome de Down, reciben el regalo de esos seres especiales que ponen a prueba el infinito amor maternal, pero las convierte en tanto o más especiales que sus hijos.

Con la llegada de Jerónimo al seno de la familia Fernández de Córdova-Arteaga, comenzó para la doctora Rosalía Arteaga un aprendizaje que la convirtió en un ser humano diferente, más sabio, con inmensa capacidad de valorar las cosas importantes y de desprenderse de lo efímero.

La destacada profesional, que tiene en su haber un sinfín de distinciones en varios ámbitos, tanto en el diálogo, como en su libro, refleja la huella del pequeño en su vida. Jerónimo ha sido el medio para que ella, con su experiencia, tocara la vida de otros seres humanos: "Los otros Jerónimos", prologado por la escritora española Rosa Montero.

Rosalía cuenta que cuando entendió las diferencias de Jerónimo aceptó dejarlo crecer como él quisiera, sin forzarlo a aprender lo que no le interesaba. Escogió disfrutar de ese regalo de Dios plasmado en sus sonrisas, en sus miradas profundas hacia cosas hermosas y simples, las flores, las aves, las mariposas del jardín donde recibía el sol en la casa de Cuenca.

Jerónimo se convirtió en el maestro que durante 10 meses le mostró a su madre otra perspectiva de la existencia. Le enseñó a vivir. Esa experiencia que a otros habría derrumbado, a ella la hizo crecer en sabiduría y ternura.

El día en que el corazón de Jerónimo dejó de latir por complicaciones del síndrome, su madre quiso morir con él. "Hacer que mi alma y la suya se perdieran juntas en el viento", dice nostálgica. Dentro del cofre blanco, colocó su chinesco favorito, un collar de cuentas rojas, una cruz que le regalaron y una almohada musical. Quizá el viento habrá llevado hasta allí las notas del "Rin del angelito", de Violeta Parra, que refiere la muerte de un niño, y cuya última estrofa parece haber sido escrita para él: "...A dónde se fue su gracia, dónde se fue su dulzura, por qué se cae su cuerpo como una fruta madura. Cuando se muere la carne la alma busca en la altura la explicación de su vida cortada con tal premura ..."

Pero el trabajo de Jerónimo con Rosalía no había concluido. Tras su muerte, ella decide compartir su experiencia para ayudar a otras madres en su misma circunstancia. Es ahí cuando Jerónimo renace en un libro. Y se queda no solo junto a Rosalía, sino con las madres de otros niños especiales como él, porque el texto por aleccionador ha tocado tantos corazones que se convirtiró en material de estudio en escuelas de Nueva York, EE.UU., y se tradujo a 4 idiomas: inglés, chino, portugués y lenguaje braile. Pasado el tiempo de la partida de su ángel, Rosalía revive la emoción de la espera de un nuevo ser. Es el tiempo de ser abuela, se acerca la llegada de Rafaela. Al decirlo, se detiene para reflexionar que sin la experiencia de Jerónimo, su familia no sería lo que es. La cátedra del niño alcanzó a toda la familia. Sus hermanos aprendieron a amar las diferencias humanas y a crecer sin prejuicios contra ellas.

"No sé si Gabriela Mistral escribió algo más bello que sus Poemas de las Madres. Leo el primer párrafo de Jerónimo, y me llega el eco de esas impresionantes páginas", dice el escritor Hernán Rodríguez-Castelo sobre la historia del niño que enseñó a Rosalía Arteaga a ser una madre diferente.

Pintura de: Gabriela Labudda, tomada del blog Recogedor

Texto tomado de Semana Holística: Diario Expreso

jueves, 22 de abril de 2010

Conciencia, la clave en el Día de la Tierra

En zonas protegidas, como Cerro Blanco, se realizaron jornadas de reforestación para ayudar a recuperar el ecosistema.
Crear conciencia ecológica que mueva a las personas a participar en actividades en beneficio del planeta y aprovechar estos recursos son las acciones que recomiendan biólogos y activistas ecológicos para la conservación del ambiente, cuando se celebran hoy 40 años del Día Mundial de la Tierra, proclamado por el ambientalista y senador estadounidense Gaylord Nelson en 1970.

Una langosta de campo.
Por ejemplo, en espacios verdes como el Jardín Botánico de Guayaquil, de 5 hectáreas, zona ubicada dentro de los linderos del bosque protector Cerro Colorado (324 hectáreas), se intenta que los visitantes se conciencien a través de charlas de educación en la que se explica la importancia del ecosistema de la costa y cómo protegerlo.

También se enseña la función que cumplen los remanentes de bosque seco, de los que solo resta un 20% en el país, y las interacciones entre las plantas, animales y el hombre.

Un lirio acuático.
Marcia Sánchez, bióloga que trabaja en proyectos de capacitación medioambiental, enfatiza que este es solo uno de los pasos para educar a la ciudadanía, pero resalta que antes de reforestar áreas verdes en Guayaquil o emprender campañas de reciclaje se debe crear una cultura ambiental.

Sánchez asegura que de nada sirve limpiar o reforestar un área si después nuevamente se la ensuciará o se talarán los árboles, de ahí que recomienda proyectos ambientales que involucren al sector educativo.

Un mono chichico descansa sobre la rama de un árbol.
Y son precisamente este tipo de iniciativas las que se desarrollan en escuelas como la Nahim Isaías, que en noviembre pasado trabajó con 30 estudiantes de quinto año de básica en la siembra de un huerto orgánico con plantas de ciclo corto en un área que antes era un botadero de basura, el que se prevé sembrar nuevamente este año.

En este tipo de acciones también participó la escuela particular García Moreno, a través del programa de manejo de desechos que se efectúa desde hace seis años, en la plaza Rodolfo Baquerizo, en la que menores elaboran monumentos con material reciclado en el taller de manualidades Juguemos a Reciclar.

Una araña tigre.
Para el biólogo Jaime Salas, quien es profesor en este centro educativo y ha desarrollado estudios sobre los efectos de las perturbaciones del medio ambiente en los mamíferos, esta es una manera que los menores se involucren en la conservación del medio ambiente.

Otra forma de contribuir al cuidado del planeta es una de las actividades que se hacen en el bosque protector Cerro Blanco. El ingeniero forestal Eric Horstman desde hace 13 años dirige los trabajos de reforestación de esta área. Este año se sembraron 75.000 árboles de 20 especies.

Agustín Cox, guía del bosque protector Cerro Blanco, siembra árboles, como parte de uno de los proyectos que se efectúan en la fundación Cerro Blanco desde hace diez años.
El plan de nidificación de los papagayos de Guayaquil es otro de los programas que desarrollará este centro en mayo.

Si bien hay iniciativas para proteger áreas verdes otras como el Parque Puerto Hondo, en cambio, preocupa que el club ecológico no cuente con recursos para concienciar a los visitantes (en feriado son 5.000) para que no boten basura en los alrededores del estero Salado y de la reserva.

Texto tomado de: Diario eluniverso.com

lunes, 22 de marzo de 2010

Yacuri, la fuente de agua del sur

Redacción Loja

Es el área protegida 42 en el país. Además de su importante fauna y flora, su importancia radica en la conservación del complejo lacustre.

El frío es intenso. La temperatura baja hasta los 8 grados centígrados. Hay llovizna y fuertes vientos. Al pie de una gigantesca estructura rocosa con forma de picos, una imponente laguna parece enfurecerse y hasta su matiz negro causa cierto temor.

Así transcurre la tarde en la zona alta de las montañas que une a los cantones Espíndola (Loja), Palanda y Chinchipe (Zamora Chinchipe), al suroccidente de Ecuador, cercano a la frontera con Perú. Ahora es parte del Parque Nacional Yacuri (PNY).

Una carretera angosta y de escaso lastre serpentea entre altos taludes. Es la única vía que permite aproximarse en vehículo a ese destino. El viaje toma casi dos horas desde Amaluza, cabecera cantonal de Espíndola.

El poblado más cercano al PNY es la parroquia Jimbura. Las 150 familias de esta zona se dedican a la agricultura de subsistencia, cuenta Belinda Ontaneda, vocal de la Junta Parroquial. En pequeñas parcelas de suelos inclinados y erosionados, cultivan maíz, arveja, maní, trigo, caña de azúcar… También tienen reses. Uno de los caseríos más afamados es El Salado y sus habitantes tradicionalmente están dedicados a cultivar achira.

Desde hace ocho años, Olivio Peña produce harina procesando las raíces de esa planta y con el uso de una modesta tecnología que dio la fundación ecológica Arcoiris. Lo hace como una forma de subsistencia. El producto es apetecido para la elaboración de bizcochuelos, arepas y coladas. Con el nombre de Chunerito, se vende en las comunidades vecinas de Perú, además de Cariamanga y de Loja.

Arcoiris ayudó en la creación de esa microempresa como una iniciativa para impedir el avance de la frontera agrícola hacia la zona frágil del Bosque Protector Colambo-Yacuri. Esta área abarca 73 300 ha y en su bloque sur está ubicado el PNY.

El bloque sur de la Colambo-Yacuri es el área en mejor conservación e integridad ecológica. Esa es la convicción de Diego Morocho, técnico de Arcoiris, que trabajó entre 2004 y 2007 en la elaboración del expediente para pedir la declaratoria como área protegida.

Los incendios forestales, la ganadería, las invasiones, la minería son las principales amenazas. En contraste, atesora variedad de recursos. El principal es el sistema lacustre conocido como Lagunas de Jimbura, que actualmente es visitado esporádicamente por turistas.

De ahí, a 3 800 metros de altitud, nacen las cuencas hídricas de los sistemas Catamayo-Chira y Chinchipe-Mayo. El primero fluye por varios cantones de Loja y avanza hacia el norte de Perú. Hacia esa misma dirección avanza la segunda cuenca hídrica, pero por Zamora Chinchipe.

También se conservan los páramos y el bosque de neblina. Un muestreo de los recursos biológicos evidenció el valor de esta reserva.

Sin embargo, según Morocho, el potencial del recurso biológico se ampliaría significativamente con más estudios.

Esos recursos guardan relación con los existentes en el Santuario Nacional Tabacones de Namballe (Perú). Por ello, existe la necesidad de crear un corredor transfronterizo de conservación, integrando al Parque Nacional Podocarpus y la reserva Yacuambi. Esto permitirá, por ejemplo, asegurar el hábitat para el oso de anteojos, una especie en mayor peligro de extinción.

La declaratoria genera expectativas en la población, principalmente de parroquias como Amaluza, Santa Teresita y Jimbura (Loja) y Palanda, Valladolid y San Andrés (Zamora Chinchipe), más cercanas al área.

El director de Desarrollo Ambiental del Municipio de Espíndola, Jimmy González, reconoce que los pobladores fueron los actores principales para la declaratoria. “Quieren conservar el agua y encontrar nuevas formas de generar ingresos”.

A su vez, Belinda Ontaneda ve en el turismo una esperanza. “Los 12 barrios de Jimbura estamos capacitados sobre la necesidad de conservar. Pero queremos apoyo para aprender a ejecutar actividades productivas que no sean la ganadería o la tala de árboles”.

En la actualidad, el Ministerio del Ambiente trabaja en un Plan de manejo del área protegida y su delimitación. En este año se invertirán USD 144 000, con aportes de vario actores, ente ellos las fundaciones. Esta semana, cuatro guardaparques y dos técnicos empezaron la delimitación del área en Espíndola.

Espíndola fortaleció su Unidad de Manejo Ambiental que incentivará el manejo racional de recursos naturales y de respaldar la ejecución de proyectos ambientales como el de mejoramiento de potreros.

A favor de la reserva
En cuatro años de estudios, Arcoiris invirtió USD 250 000, 100 000 fueron aporte de Proloza, Natural Conservance y Conservación Internacional.

En Espíndola, los ministerios de Educación y de Ambiente con la Universidad Técnica de Loja buscan integrar la educación ambiental como una materia dentro del pénsum escolar.

En Chinchipe, el Municipio involucró a la parroquia San Andrés en talleres. Eso permitió dotar de un diagnóstico sobre la problemática ambiental.

El Municipio de Palanda tiene estudios básicos sobre problemas ambientales. Salió de un taller con los pobladores de Palanda y Valladolid.

Texto tomado de: Diario elcomercio.com

viernes, 29 de enero de 2010

Aráuz y sus niñas musas

El pintor guayaquileño Félix Aráuz Basantes
Nueva muestra del pintor, Félix Aráuz Basantes

Las pitusas, las flores, los árboles y la naturaleza en general vuelven a ser los protagonistas de la última exposición del conocido Artista de las caritas. Las obras se podrán admirar hasta el 25 de este mes.
Con la sencillez y humildad que siempre han caracterizado su personalidad, Félix Aráuz Basamtes, reconocido pintor guayaquileño de 74 años, expresa que sus obras siempre reflejarán imágenes de paisajes, árboles, pequeños animales y rostros de niñas de ojos grandes con decenas de flores en la cabeza.

Explica que no cambiará de personajes porque este es el recuerdo de su época de maestro de dibujo en varias escuelas fiscales, que duró cerca de 30 años, en donde conoció a cientos de pequeñas estudiantes que sirvieron de musas inspiradoras en sus diferentes muestras pictóricas.

La imagen de aquellas pupilas transmitía inocencia, ternura y paz, que es lo que trata de expresar en sus cuadros de lienzo trabajados con acrílico, comenta.
Una nueva muestra de estas obras, titulada Recuerdos, se ofrece desde hoy hasta el próximo 25 de este mes en las instalaciones del Art Inc. Gallery, en el C.C. La Torre, en la vía a Samborondón.

El denominado Artista de las caritas, por sus pinturas de rostros de niñas, sostiene que esta última exposición se la debe también a una nieta que estudia diseño gráfico y que es posible que siga los pasos de su abuelo. “Su infancia me inspiró a seguir pintando mis rostros con flores”, dice.

Mientras recorre la galería, comenta que no fue fácil iniciar su carrera de artista debido al poco respaldo que recibía de sus padres, quienes siempre se mostraron negativos con su vocación de pintor. Ambos fallecieron cuando Aráuz tenía 17 años de edad.
Tres años después consiguió estudiar pintura en la escuela municipal de Bellas Artes, con la ayuda de un hermano. “Allí aprendí mucho, tuve un grupo de maestros como Alfredo Palacio, César Andrade Faini y otros, que me enseñaron cosas valiosas”, relata.

Indica que es necesario partir de un punto de conocimiento para empezar una carrera profesional en cualquier oficio, pero que también es primordial hacer algo diferente, buscar su propio estilo.

“Cuando estaba en la escuela de Bellas Artes me gustaba el expresionismo de los pintores franceses, pero también opté por crear mi propio estilo hasta convertirme en el pintor de las caritas”, enfatiza el artista.

Mientras Aráuz ofrece datos de su exposición en la entrevista, su esposa, Nila Villafuerte, lo interrumpe e insiste: “Es bueno que se reconozca el talento de Félix. Él es un pintor que expresa mucho en sus cuadros y eso no lo hace cualquier artista”.
Desde hace cinco años, tiempo en que se jubiló como profesor, Aráuz refiere que le dedica más horas a la pintura, a sus caras de niñas con flores y pájaros a su alrededor.

El artista ha montado exposiciones de sus pinturas en Quito, Cuenca y otros puntos del país. Además, en galerías de los Estados Unidos, en las ciudades de Miami y Nueva York. Y también en Europa.


INFLUENCIA
El artista guayaquileño indica que su mayor influencia ha sido el pintor y grabador francés Georges Henri Rouault, que incursionó en el fauvismo y expresionismo. Este maestro del arte nació en 1871 y falleció en 1958.

Texto tomado de: Diario eluniverso.com

lunes, 25 de enero de 2010

La palabra nuestra de cada día


La palabra diferencia al hombre de todos los seres vivientes y lo diferencia de entre los hombres mismos, pues en el principio era el verbo, tal como expresa el precepto bíblico y el hombre no volvió a estar desnudo. La palabra cubrió su desnudez. La palabra es un vaso comunicante entre el Dios de la inocencia y el Dios de la ira, la que no permite que la humanidad muera de silencios, la que comprende el soliloquio del hombre y rompe los muros de su soledad. Con la palabra contamos cuentos, narramos leyendas, referimos la historia de nuestro pasado, nuestra sangre, nuestra estirpe y nuestras raíces atávicas, nos comunicamos con los muertos, con el pasado, con lo visible y lo invisible. Con la palabra llevamos a América a cuestas y la recorremos desde la sangre, piel adentro, esta América doliente que no quiere ser invisible, y la palabra está viva para cantar por ella. Está en el canto de Neruda y de Carrera Andrade, en la negritud de Aimé Cesaire y Antonio Preciado, en la voz de Atahualpa Yupanqui, de la negra Mercedes Sosa cuya ausencia aún nos duele, y en la palabra lacerada y lacerante que grita libertad, que clama por justicia en el Boletín y elegía de las mitas. Con la palabra no hay servidumbre ni claudicaciones. Con ella penetramos en la entraña de la vida para recorrer cada recodo de la tierra y del hombre. Con la palabra no permitimos el olvido, ella nos recuerda las cenizas de Manuela en Paita, las cruces flotando sobre el agua y la hoguera bárbara del magnicidio. La palabra nos saca del vientre de la vasija de barro y nos conduce nuevamente a ella, para completar el ciclo existencial.

La palabra es nuestra confidente y se dice sola, se empodera y nos domina. Ella describe la soledad, la vida y la muerte, y puede ser lanza bajo el costado, cuando duele desde la violencia y deja la llaga, y puede ser clarinada para detener todos los istmos y todos los laberintos del odio. Puede ser rebelde y contestataria, pero puede ser el vocablo que estremece a la humanidad, mientras van galopando nuevos jinetes apocalípticos, con el hambre y la muerte a cuestas, ella salva o condena. Y es que la palabra también acuña otras, porque no solo la belleza es cantada. Son aquellas que sobrecogen y laceran, son las que rompen la armonía del cosmos, son demasiado definitivas, son las que representan dolor, son antipalabras como guerra, miedo, muerte, injusticia, odio, violencia, falacia, holocausto. Entonces la palabra se enluta, la palabra llora cuando un ángel pierde sus alas, cuando a un niño se le vulnera la sonrisa.

Y ¿dónde queda la palabra ante el dolor de las mujeres del silencio? Es que las mujeres no deben vivir detrás del muro del miedo, ni detrás de una burka, ni deben ser violentadas, ni mutiladas.

La palabra es libertad, no hay jaula que la encarcele, ni silencio que la contenga, que nadie la viole, que nadie la mancille, dejemos que sobreviva nuevos diluvios. Por ello, hay que estar vigilantes de que no sobrevengan tiempos en que se pretenda acallarla, que no lleguen tiempos en que se ose silenciar al cantor, que se ose matar al ruiseñor. No podemos permitir que la palabra sea un gorrión sin alas. Si ella muere, todo habrá muerto. El hombre y su frágil existencia. La poesía y el trigo de la quimera. La rosa blanca de la vida y la paz. Y es que aún hay palabras por pronunciar. Hay parábolas que faltan por decir. Aún hay ternuras y sueños por cantar. Que esas palabras no pierdan su derecho al amanecer. Que la libertad no conozca de miedos, ni condicionamientos, ni haya sequía en la esperanza, porque la palabra tiene que ser liberación, sanación, promesa.

La palabra sobrevive a los tiempos, las eras, las civilizaciones y las mutaciones de la humanidad. Ella está escrita en piedra, en lava volcánica, en barro, en papiro y en piel, como los sorprendentes manuscritos del mar Muerto, y permanecerá más allá de la frágil y precaria existencia humana. La palabra es voz en los desiertos y es blanca, negra, mulata y mestiza. Tiene signos y caracteres. Es pasado y es futuro. Mas no permanece inmutable como la roca. Se transforma, avanza, crece, se rejuvenece y es el núcleo de la identidad que crea vínculos entre los pueblos, entre el hombre y su pasado, entre el hombre y su mañana.

Que la palabra nos acompañe siempre, que ella sea el ceremonial de la luz, el vaso comunicante entre todos los misterios, todos los designios y entre el paraíso y el juicio final.

Que ella construya, no destruya; que dignifique, no ultraje; que sea herramienta para la paz, no para el odio.

* Fragmentos de su ponencia ante la Academia Ecuatoriana de la Lengua, enero del 2010

La periodista y poeta Rosa Amelia Alvarado Roca asume título en la Academia de la Lengua.

Pintura de: BONDEZAN, tomada del blog: BONDEARTE

Texto tomado de: Diario eluniverso.com

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