domingo, 19 de julio de 2015

Apellidos compuestos con preposición y artículo: ¿es de la Paz o De la Paz?

La Esquina del Idioma
Piedad Villavicencio Bellolio
Como norma general todos los apellidos comienzan con mayúscula inicial: Castillo. Si les precede una preposición o un artículo más una preposición, estos elementos van en minúscula cuando están junto al nombre de pila: El entrenador Omar de Felippe; La estudiante María Elena de la Rosa. Pero si se menciona solo el apellido (sin el nombre de pila), la preposición va en mayúscula: El entrenador De Felippe; La estudiante De la Rosa.
Cuando se emplea la preposición «de» para indicar el estado civil de las mujeres casadas, se usa la preposición en minúscula, esté o no junto al nombre de pila: Mercedes de Castillo; La señora de Castillo. Con este mismo estado civil, cuando se trata de un apellido que de por sí empieza con la preposición «de», esta va en mayúscula, así: Luz María de De Galarza; Llegó la señora de De Galarza.
Cuando un apellido está constituido solo con la anteposición de un artículo, este se escribe con mayúscula esté o no junto al nombre, como en estos casos: Roberto La Paz; Marjorie La Mota; Llegó el maestro La Paz; Se fue la oradora La Mota. Pero si la preposición antecede al artículo, toda la secuencia (de + la) va en minúscula cuando está con el nombre de pila: Roberto de la Paz; Marjorie de la Mota. Como se dijo en el primer párrafo, si se escriben sin el nombre de pila solo la preposición va en mayúscula: El maestro De la Paz; La oradora De la Mota.
Algunas pautas para escribir siglas
Las siglas se escriben sin espacios intermedios y sin puntos. Esto es así, incluso, cuando constan en frases que están en mayúsculas sostenidas: CONFERENCIA MINISTERIAL DE LA OMS.
Las siglas que se deletrean deben tener todos sus elementos en mayúsculas: PMDB (Partido del Movimiento Democrático Brasileño), PDVSA (Petróleos de Venezuela, Sociedad Anónima). Cuando se leen de corrido también van con mayúsculas las que tienen hasta cuatro letras: ONU (Organización de las Naciones Unidas), BRAE (Boletín de la Real Academia Española).
Cuando un dígrafo, como la «ch», consta en una sigla solo va con mayúscula la primera de sus letras: GTTCh (Grupo de Trabajo Territorial de la provincia del Chimborazo). En este punto hay que recordar que dígrafo es la secuencia de dos letras que representan un fonema: ch, ll.
Las siglas no se tildan, pero los acrónimos lexicalizados sí deben cumplir con las normas de acentuación: Fundéu (Fundación del Español Urgente). (F)
FUENTE:
Ortografía de la lengua española (2010), de la Real Academia Española y la Asociación de Academias de la Lengua Española.
Pintura de: Karin Jurick, tomada del blog A Painting Today
Texto tomado de: La Esquina del Idioma Diario eluniverso.com
Guayaquil, Ecuador

domingo, 5 de julio de 2015

¿Qué voz se recomienda?, ¿salvaguarda o salvaguardia?

La Esquina del Idioma
Piedad Villavicencio Bellolio
Los sustantivos salvaguardia y salvaguarda son de empleo apropiado y funcionan como sinónimos de salvoconducto, custodia, protección, amparo y garantía. Ejemplo: En el Ecuador se aplicaron salvaguardias o salvaguardas a un grupo de artículos e insumos importados.
Según el Diccionario de la lengua española (DLE), salvaguarda o salvaguardia son nombres de género masculino cuando se refieren al guarda (guardián, vigilante, vigía) que se pone para la custodia de una cosa, como para los propios de las ciudades, villas, lugares y dehesas (prados) comunes y particulares, y para los equipajes en los ejércitos.
Salvaguardia también es la señal que en tiempo de guerra se pone, por orden de los comandantes militares, a la entrada de los pueblos o a las puertas de las casas, para que sus soldados no les hagan daño.
Asimismo este sustantivo se emplea con género femenino para referirse al papel que porta una persona para que se le permita desarrollar las actividades asignadas. En este punto, cáptese que salvaguardia equivale a pase o salvoconducto.
Estas tres acepciones se usaron hasta comienzos del siglo XX, pero en 1925 (mismo siglo) ingresó el significado de ‘custodia, amparo, garantía’. Justamente en esta acepción encaja el sentido que se da al asunto de las salvaguardias arancelarias. Por lo tanto, se reitera que tanto salvaguardia como salvaguarda son de empleo legítimo.
Locuciones con la palabra carajo
Para concluir el tema de la semana anterior, se presentan algunas frases con este cuestionado vocablo de uso coloquial.
«Mandar a alguien o algo al carajo» denota enfado o rechazo: Al carajo con tus explicaciones: ¡ya no te creo! «Del carajo» indica que lo que se está mencionando es muy grande o intenso: Hace un calor del carajo. Esta locución incluso puede usarse como un elogio: ¡Estás del carajo!, no pasan los años por ti.
«Importarle un carajo a alguien», en cambio, se usa para desdeñar o rechazar. También suele aplicarse en diminutivo con matices afectivos: Este carajito es adorable. Cáptese ‘este niño es adorable’.
Hay más locuciones sobre este tema, pero mejor cerramos aquí. No sin antes recomendar que esta palabra debe usarse con ponderación, pues, como ya vimos en la columna anterior, dependiendo del tono y del contexto, puede transmitir connotaciones positivas y negativas. (F)
FUENTES:
Diccionario de la lengua española (2014) y Nuevo tesoro lexicográfico de la lengua española, de la Real Academia Española; Diccionario de americanismos(2010), de la Asociación de Academias de la Lengua Española.
Pintura de: Karin Jurick, tomada del blog A Painting Today
Texto tomado de: La Esquina del Idioma Diario eluniverso.com
Guayaquil, Ecuador
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