sábado, 29 de junio de 2013

Epicenos

La Esquina del Idioma
Piedad Villavicencio Bellolio
¿Un orangután o una orangutana?
La escritura de los sustantivos epicenos es invariable, solo se altera para indicar el plural de estos nombres. De tal manera que la palabra orangután (singular) únicamente puede cambiar a orangutanes (plural). 

El género gramatical de estos vocablos es único; es decir, se emplean de manera indistinta para mencionar tanto a individuos del sexo masculino como a los del femenino.

En el grupo de los epicenos hay masculinos: cisne, delfín, búho, pez, galápago; y femeninos: perdiz, tortuga, lombriz, pantera, hormiga, etcétera.

Cuando se necesite especificar el sexo de los animales de este grupo, hay que emplear las palabras macho o hembra: el orangután macho, el orangután hembra(no «la orangutana», como dice el estribillo de una vieja canción); el cisne macho, el cisne hembra; el galápago macho, el galápago hembra; la perdiz macho, la perdiz hembra; la tortuga macho, la tortuga hembra; un chimpancé macho, un chimpancé hembra.

En el conjunto que antecede cáptese que los artículos o determinantes van en función del género de cada sustantivo epiceno. Aparte de este dato fundamental, interiorícese que la concordancia se aplica considerando el género gramatical del sustantivo epiceno, no el sexo del referente; por lo tanto, diremos o escribiremos, por ejemplo: El orangután hembra está herido, porque «herido» concierta con el género masculino de «orangután»; La jirafa macho quedó atrapada entre las ramas de un árbol, porque «atrapada» concuerda con el género femenino de «jirafa».

OTROS SUSTANTIVOS EPICENOS
Palabras como víctima, persona, vástago, etcétera, también se consideran sustantivos epicenos, porque su género gramatical es invariable: la víctima, la persona, los vástagos. No es apropiado decir o escribir: el víctimo, el persono, las vástagas. Para especificar el sexo de este grupo, se suele recurrir a los términos hombre y mujer: La víctima, un hombre de raza amarilla, salió temprano de su casa... Juan tiene cuatro vástagos: dos hombres y dos mujeres.

ETIMOLOGÍA
Epiceno se deriva del latín epicoenus, y este del griego epikoinoz /epíkoinos/, cuyo significado es 'común'. De su etimología viene la indicación de 'común para los dos géneros'.

SUSTANTIVOS COMUNES EN CUANTO AL GÉNERO
Se emplean con la misma forma para referirse al masculino o al femenino, el género gramatical se introduce por medio de determinantes y adjetivos: el psiquiatra, la psiquiatra; el soldado, la soldado; el canciller, la canciller; un obstetra, una obstetra.

SUSTANTIVOS AMBIGUOS EN CUANTO AL GÉNERO
Tienen los dos géneros pero no se usan para referirse a seres sexuados, sino a cosas: el mar, la mar; el calor, la calor; un interrogante, una interrogante; el prez, la prez (prez significa honor); el pringue, la pringue (pringue significa 'grasa o suciedad que sueltan las carnes y demás alimentos').

FUENTES: DICCIONARIO DE LA LENGUA ESPAÑOLA, DICCIONARIO PANHISPÁNICO DE DUDAS Y NUEVA GRAMÁTICA DE LA LENGUA ESPAÑOLA, DE LA REAL ACADEMIA ESPAÑOLA Y LA ASOCIACIÓN DE ACADEMIAS DE LA LENGUA ESPAÑOLA; DICCIONARIO CLAVE.
Pintura de: Karin Jurick, tomada del blog A Painting Today
Texto tomado de: La Esquina del Idioma Diario eluniverso.com
Guayaquil, Ecuador

domingo, 23 de junio de 2013

¡Atención al escribir los homófonos escusar y excusar!

La Esquina del Idioma
Piedad Villavicencio Bellolio
Recordemos que las palabras homófonas tienen pronunciación similar, pero su escritura es diferente. Por lo general la distancia que hay entre estos vocablos es de una letra o de una tilde, como en estos ejemplos: vaca (mamífero rumiante, hembra del toro) y baca (portaequipaje, fruto); pérdida (detrimento, menoscabo) y perdida (mujer de dudosa reputación); hablando (gerundio del verbo hablar) y ablando (primera persona del presente de indicativo del verbo ablandar).

Este preámbulo es para que reflexionemos sobre el uso de voces de este tipo, pues si no prestamos atención al contexto en que se insertan corremos el riesgo de transmitir mensajes ambiguos o imprecisos.

Ahora hagamos un zum (forma adaptada al español del inglés zoom) al uso de los homófonos escusar excusar para que determinemos las construcciones en que funcionan de manera apropiada y evitemos frases anfibológicas.

ESCUSAR Y ESCUSADO
A partir del DRAEescusar es un verbo transitivo antiguo que denota la acción de 'esconder u ocultar': No trates de escusar tus deslices. Su adjetivo respectivo esescusado que, al igual que su infinitivo, transmite la idea de 'oculto'

Del significado que precede surge el empleo relacionado con alguna acción reservada o referido a un lugar que está protegido o resguardado del uso común: La reunión fue extremadamente secreta y se desarrolló en un escusado de un palacio que no ha sido identificado. Aquí conviene hacer un paréntesis para meditar en la importancia de conocer los diferentes sentidos que puede tener un vocablo, para no soltar una carcajada al leer o escuchar frases como la del ejemplo anterior.

Por la misma denotación de 'oculto o reservado' se emplea como sustantivo con el sentido de 'retrete' que, a su vez, equivale a cuarto de baño, servicio higiénico o aposento con inodoro: Compró un escusado rosado y de ese mismo color pintó el cuarto de baño. Con estos significados se usa también la variante con /x/ (excusado).

EXCUSAR Y EXCUSADO
Excusar es presentar razones o alegatos para no hacer algo o para justificar el cometimiento de alguna acción culposa. Enfocándonos en el mismo diccionario,excusar también es 'eximir y libertar a una persona del pago de tributos o de un servicio personal'; 'impedir que suceda algo perjudicial'; 'no querer hacer algo'. Cuando se usa con estos significados debemos tener cuidado de no cometer la falta ortográfica de escribir «escusar» (con /s/).

Si queremos denotar las ideas de 'superfluo', 'innecesario' o 'que una persona está exonerada de una obligación', tendremos que escribir de manera indefectible «excusado» (solo con /x/), pues si se nos va la /s/, apuntamos a los sentidos de 'reservado' y 'retrete'.

No olvidemos que el contexto siempre nos da las pistas para elegir la palabra apropiada, sobre todo, cuando de escribir homófonos se trata.

FUENTES: DICCIONARIO DE LA LENGUA ESPAÑOLA (2001) Y DICCIONARIO PANHISPÁNICO DE DUDAS (2005), DE LA REAL ACADEMIA ESPAÑOLA Y LA ASOCIACIÓN DE ACADEMIAS DE LA LENGUA ESPAÑOLA.
Pintura de: Karin Jurick, tomada del blog A Painting Today
Texto tomado de: La Esquina del Idioma Diario eluniverso.com
Guayaquil, Ecuador

jueves, 20 de junio de 2013

Y a dilucidar …

Gazapos y tropezones
Manuel Corrales Pascual
de la Academia Ecuatoriana de la Lengua
Volvíamos en entrega anterior sobre el asunto del famoso galicismo "temas a tratar", "problemas a resolver", "acto a realizarse", etc. etc. Y quedaba pendiente la cuestión de si son correctas en español estas construcciones. Nos dice el Diccionario panhispánico de dudas (DPD) que tal construcción sintáctica solo es aceptable en algunos casos, y recomienda tener en cuenta ciertas orientaciones generales que voy a intentar resumir: Si la preposición A admite su sustitución por las preposiciones POR o PARA, o por el relativo QUE, sin que sea necesario cambiar la estructura de la construcción y sin que cambie el significado, debe desecharse la construcción galicada. En vez de Tenemos dos asuntos a tratar, es mejor Tenemos dos asuntos QUE tratar. El infinitivo que va después de la preposición A debe ser de un verbo transitivo. Y, en segundo lugar, tal infinitivo debe estar en forma activa, pues tales infinitivos tienen valor pasivo: No debe decirse (ni escribirse) "El tema a ser tratado", sino "El tema a tratar". Otra observación interesante del DPD que cito textualmente: "Son normales estas construcciones con sustantivos abstractos como asunto, tema, ejemplo, cuestión, aspecto, punto, cantidad, problema y otros similares, y con verbos del tipo de realizar …: ejecutar, tratar, comentar, dilucidar, resolver, tener en cuenta, considerar, ingresar, deducir, desgravar, descontar, etc. Pero no deben extenderse a otro tipo de enunciados, con otros verbos en infinitivo y con sustantivos que no sean abstractos". Por ello, el DPD considera inadmisibles frases como estas: Los ladrillos a poner están en la furgoneta; Los libros a leer se encuentran en la mesa. Finalmente, indica el DPD que en muchos casos, el uso de esta estructura sintáctica es superfluo y, consiguientemente hay que evitarlo: en vez de Pedro es un ejemplo a seguir para todos nosotros, digamos y escribamos: Pedro es un ejemplo para todos nosotros.
Pintura de: Nikolay Bogdanov-Belsky, tomada del blog 
Art & Painting
Texto tomado de: Gazapos y tropezones Diario hoy.com.ec
Quito, Ecuador

miércoles, 19 de junio de 2013

A trabajar…

Gazapos y tropezones
Manuel Corrales Pascual
Academia Ecuatoriana de la Lengua
El asunto lo he tratado ya en varias ocasiones. Pero vuelven a consultarme sobre él porque vuelven a repetirse las mismas incorrecciones. No todas las frases en las que interviene la preposición A seguida de un INFINITIVO son incorrectas. Por ejemplo, son correctas, correctísimas, estas: "Vamos a trabajar", "Venimos a estudiar", "Estaba decidido a sacrificarlo todo", etc. También son correctas frases imperativas como "¡Vamos a trabajar!" O, más escuetamente, "¡A trabajar!" Pero me encuentro en muchísimas invitaciones algo como esto: "Conferencia A realizarse", "Acto A realizarse". O también en ciertos escritos: "Estos son vicios A extinguir". ¿También son correctas estas construcciones? ¿Qué nos dicen las autoridades idiomáticas sobre ellas? 

Vamos primero al Diccionario panhispánico de dudas (DPD). Trata el problema en el largo y sustancioso artículo dedicado a la preposición A, en el epígrafe n.º 3 titulado "sustantivo + a + infinitivo: temas a tratar, problemas a resolver, etc. Y nos dice lo siguiente: "Estas estructuras sintácticas son calcos del francés y su empleo en español comenzó a propagarse en el segundo tercio del siglo XIX". Dicho en otras palabras: se trata de un GALICISMO; es decir, de una palabra o estructura sintáctica de la lengua francesa usada en otra lengua; en este caso, en la nuestra. "Calcos del francés" nos dice el DPD. E incluso nos da una referencia histórica: comenzó a usarse y a propagarse en nuestra lengua hacia los años treinta del siglo XIX. Observa el DPD que "en el ámbito de la economía están ya consolidadas expresiones como cantidad a ingresar, cantidad a deducir, que permiten, incluso, la omisión del sustantivo: A ingresar: 25 euros". Observa también que "son frecuentes en el terreno administrativo y periodístico expresiones idénticas a las anteriores, como temas a tratar, problemas a resolver, ejemplo a seguir, etc. Pero … ¿son admisibles estas construcciones? Lo veremos en siguiente entrega.
Pintura de: Paul Hedley, tomada del blog 
Art & Painting
Texto tomado de: Gazapos y tropezones Diario hoy.com.ec
Quito, Ecuador

miércoles, 12 de junio de 2013

¿Y qué dice el diccionario de dudas?

Gazapos y tropezones
Manuel Corrales Pascual
De la Academia de la Lengua
A propósito de dos articulillos que escribí hace poco sobre las construcciones "Voy A POR pan", "Vengo A POR mi paraguas", "Salgamos A POR …", un curioso lector me pregunta qué dice de ellas el Diccionario de dudas editado por nuestras academias el año 2005 (hace muy poquito …). Pues el Diccionario de dudas nos dice lo siguiente:

En primer lugar, que "el uso de esta secuencia preposicional [A + POR] pospuesta a verbos de movimiento como ir, venir, salir, etc., con el sentido de «en busca de», se percibe como anómalo en el español de América, donde se usa únicamente por". Y nos propone un ejemplo extraído del libro La casta divina. Historia de una narcodedocracia. Novela sobre la impunidad presidencial (1995), del mexicano Felipe Victoria Cepeda: "voy POR hielo y cervezas a la tienda".

 En segundo lugar, el Diccionario panhispánico de dudas matiza un tanto las aseveraciones de Manuel Seco, que citamos en una de nuestras anteriores entregas, y las de otros académicos. Nos dice textualmente: "En España alternan ambos usos, aunque en la norma culta goza de preferencia el empleo de por". Y nos regala estos dos ejemplos, uno de cada uso:

"¿Qué haces ahí? ¡Vete por el medicamento, por Dios!" (del escritor español Juan Pedro Aparicio en su texto Retratos de ambigú [1989]).

"—¿Te vas? […] —Sí, bajo a por tabaco" (de la conocida Carmen Martín Gaite, en Fragmentos de interior [1976]). Coincide el citado Diccionario con los anteriores preceptistas, y con las razones que aquellos aducen: "En realidad, no hay razones para censurar el uso de a por, pues en la lengua existen otras agrupaciones preposicionales, como para con, de entre, por entre, tras de, de por, etc., perfectamente normales".
Pintura de: Sergey Ignatenko, tomada del blog negis art
Texto tomado de: Gazapos y tropezones Diario hoy.com.ec
Quito, Ecuador
Blog Widget by LinkWithin